El director del Departamento de Reducción de la Pobreza del Banco Mundial considera que el programa Vida Mejor tendrá un efecto positivo.
Uno de los temas más importantes en la agenda de los gobiernos de Honduras ha sido la reducción de la pobreza. No obstante, los resultados de las iniciativas oficiales no han sido suficientes para alcanzar los niveles razonables.
El gobierno del presidente Juan Orlando Hernández ha lanzado el programa “Todos por una Vida Mejor”, en donde se plantea una serie de acciones para mejorar las condiciones de salud, educación y vivienda de la población más pobre del país. Uno de los componentes más importantes es incorporar a las familias en pobreza extrema a la plataforma de Vida Mejor, que consiste en transferencias monetarias condicionadas y el mejoramiento de las viviendas. Sin embargo, el éxito del programa requerirá del respaldo de la cooperación internacional, la que a mediados de la década anterior dio un fuerte espaldarazo a través de la condonación de la deuda pública externa, la que se estimó en US$3,800 millones, recursos que fueron destinados para financiar la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP).
Humberto López, director del Departamento de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica para la Región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM), conversó con EL HERALDO sobre las acciones sociales y económicas necesarias para mejorar las condiciones de vida de los hondureños.
-¿Cómo debe abordarse el tema de la reducción de la pobreza en Honduras?
-Es difícil pretender que un programa de protección social, un programa de transferencias, va a poder solucionar el problema de la reducción de la pobreza, va a ayudar, no hay duda.
-La reducción de la pobreza hay que verla desde un punto de vista amplio, o sea, cómo tratar de contribuir a la generación de empleo, a la generación del crecimiento económico y cómo mirar los elementos que puedan haber detrás de las desigualdades a nivel de país y cómo tratar de traducir medidas que vayan ayudar a la generación de empleo, al crecimiento económico, a la reducción de las desigualdades, y, por otro lado, nos planteamos aspectos de gobernabilidad y de reformas institucionales para que estas políticas salgan adelante.
El plan de gobierno de la administración Hernández hace hincapié en la inclusión social. En el Banco Mundial hemos visto con muy buenos ojos que el gobierno llegó enfatizando los pilares de que haya crecimiento económico y generación de empleo, que haya inclusión social, en el sentido de que los programas de protección social puedan ayudar a aquellos que sean excluidos de estos procesos, y de que al mismo tiempo se enfatice en la parte de gobernabilidad para la sostenibilidad de estos programas.
Creo que los primeros meses del gobierno han dado prueba de que no únicamente es retórica, sino que queremos hacer, el gobierno ha venido tomando una serie de medidas. El esfuerzo que se está haciendo por parte del gobierno, tanto fiscal como en tratar de llegar a un acuerdo con el FMI, como de atender algunas necesidades estructurales que se requieren en el país, deben ser reconocidas, ya que al final del día lo que se debe tratar en el caso de Honduras es generar confianza, en donde los inversores nacionales y extranjeros se puedan sentir cómodos, que esa inversión se pueda traducir en crecimiento económico y en la generación de empleo, y de esa manera contribuir a la reducción de la pobreza.
-¿Cree que los programas e iniciativas que impulsa Honduras son suficientes para reducir la pobreza?
-El Banco Mundial tiene un estudio del Bono 10 Mil que es una evaluación que hemos venido haciendo en las zonas rurales, y que estimaba que había contribuido a la reducción de la pobreza en tres puntos porcentuales, o sea 240.000 familias que han salido de la pobreza, creo que ese programa es positivo y está bien definido. Lo que estamos hablando con la cifras de pobreza es que uno tiene que mirar con una visión más amplia, el gobierno desdeque llegó al poder, a principios de este año, ha venido tomando una serie de medidas que apuntan hacia la estabilización macroeconómica, que es fundamental; está mirando aspectos de reformas estructurales, que serán vitales para la economía; tratando de llegar a un acuerdo con el FMI, lo que le dará tranquilidad a los inversores y que traerá una mayor confianza, y todo esto va en la dirección correcta.
Los programas condicionados ayudan, de nuevo, pero hay que mirarlos en un contexto amplio de la economía.
-¿Qué opina del programa Vida Mejor, que promueve el gobierno hondureño?
-Cuando uno mira la parte amplia de los programas que está haciendo el gobierno y tratando de separar un programa independiente, confío que va a tener un efecto muy positivo, y mirándolo con todas las intervenciones que se va hacer a nivel de global, creo que hay que reconocer, de nuevo, todo lo que está haciendo esta administración y el Banco Mundial los estará apoyando para que tengan éxito.
El apoyo que le daremos no es en la parte financiera, creo que de donde se pueden beneficiar los países es del conocimiento del personal del BM. Esperamos mantener los niveles de financiamiento.
-Honduras afronta problemas presupuestarios y eso limita destinar más recursos para los sectores más desposeídos. ¿Cuál es su opinión?
-Honduras está haciendo un esfuerzo fiscal y hay que reconocerlo, después de las últimas medidas las recaudaciones están en torno al 17% del PIB. Lo más importante para Honduras, en este momento, es mejorar la eficiencia y efectividad del gasto; muchas veces es complicado hablar de que necesitamos más recursos, cuando al mismo tiempo uno puede tener una pregunta sobre el control y la calidad del gasto, y en ese sentido el Banco Mundial ha venido trabajando durante muchos años para crear los sistemas de información, tanto financieros en la Secretaría de Finanzas como de planificación para la inversión, que permiten usar de manera óptima los recursos.Los problemas presupuestarios los tienen todos los países.