En el informe se examinan por primera vez pruebas cada vez más abundantes a nivel mundial de cómo los pagos digitales ofrecen ventajas inmediatas tanto a los remitentes como a los receptores en las economías en desarrollo.
De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, la integración de los pagos digitales en las economías de las naciones emergentes y en desarrollo aborda cuestiones fundamentales del crecimiento económico generalizado y el empoderamiento financiero de las personas.
En este sentido, en el informe se examinan por primera vez pruebas cada vez más abundantes a nivel mundial de cómo los pagos digitales ofrecen ventajas inmediatas tanto a los remitentes como a los receptores en las economías en desarrollo, y de la capacidad que tienen dichos pagos para aumentar el acceso de los ciudadanos a herramientas financieras económicamente asequibles.
Se destaca también la manera en que los pagos digitales ayudan a aumentar la independencia financiera de las mujeres al eliminar las restricciones que impone sobre ellas una economía basada únicamente en el dinero efectivo, y hacerlas partícipes de las corrientes y tendencias principales en el ámbito financiero.
Además, en el informe se concluye que el establecimiento de sistemas de pagos digitales para las remesas en lugar de los pagos en efectivo es sumamente beneficioso para las personas pobres de los mercados emergentes y contribuye al desarrollo financiero. Asimismo, podría ayudar a resolver inquietudes acerca de la transparencia y la capacidad para rastrear dichos fondos.
“Las ventajas de los pagos digitales no se limitan a la conveniencia que muchas personas de las economías desarrolladas asocian con esa tecnología”, dijo la doctora Leora Klapper, economista principal del Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo. “Los servicios financieros digitales reducen los costos y aumentan la seguridad al enviar, pagar y recibir dinero. La mayor inclusión financiera resultante también es de vital importancia para el empoderamiento de las mujeres”.
Better Than Cash Alliance y la Fundación Bill y Melinda Gates, que financiaron el estudio en apoyo de la Alianza Mundial para la Inclusión Financiera del Grupo de los Veinte (G-20), subrayaron que en vista del nexo evidente que existe entre los pagos digitales y los objetivos de los gobiernos de los países del G-20, hay que actuar con rapidez y determinación.
Ambas organizaciones hacen un llamado a los Gobiernos que se reunirán en la Cumbre de Brisbane del G-20 en noviembre de 2014, a analizar en dicho encuentro la manera de adoptar un sistema financiero digital de amplia base como una senda conducente al crecimiento, a una mayor participación de las mujeres en la economía y a un mayor acceso a los pagos, incluidas las remesas.
“Los gobiernos nacionales deben tomar la iniciativa e impulsar el desarrollo de los servicios financieros digitales”, dijo Geoffrey Lamb, asesor principal de los copresidentes y de la directora ejecutiva de la Fundación Bill y Melinda Gates para asuntos económicos y de políticas.
“Las pruebas indican que las empresas del sector privado innovarán, y los ciudadanos apreciarán y aprenderán rápidamente a utilizar los sistemas de pagos digitales. Pero es necesario que los gobiernos establezcan la visión, las plataformas digitales y la normativa para que los cientos de millones de personas que actualmente se encuentran excluidas participen plenamente en la economía moderna”.
“Los gobiernos tienen la autoridad para ser los principales impulsores de gran parte de lo que se necesita para promover el desarrollo financiero digital. Con la valiosa colaboración del sector privado, los Gobiernos deben llevar la iniciativa para avanzar en áreas tales como las reformas regulatorias impulsando el pago electrónico de remuneraciones y digitalizando los desembolsos de las prestaciones sociales”.
En el informe se presenta un plan de acción que los Gobiernos pueden adoptar para aprovechar las ventajas de los pagos digitales. Entre las medidas específicas se señalan las siguientes:
1.Digitalizar los pagos y los ingresos gubernamentales, incluidas las transferencias sociales. De esta forma se crea una base sobre la cual el sector privado puede actuar, incluidos los pagos entre personas, como las remesas internacionales y dentro del país.
2.Participar activamente en los aspectos regulatorios. Los Gobiernos deben alentar a las entidades reguladoras a habilitar los servicios financieros digitales fomentando la competencia, asegurando la educación de los consumidores y promoviendo modelos de negocios innovadores.
3.Convocar a los sectores público y privado para crear la infraestructura técnica básica de una plataforma de pagos en la que los proveedores puedan competir en el desarrollo de productos. Los sectores público y privado pueden converger en una plataforma de pagos y posibilitar la innovación y la competencia en servicios financieros adicionales.
4.Crear condiciones propicias que promuevan la innovación del sector privado. Los Gobiernos deben tener una visión clara y ofrecer incentivos tangibles para asegurar que el sector privado sea un colaborador eficaz, competitivo, transparente y eficiente.
5.Reconocer el papel que cumplen los proveedores de remesas al proporcionar un punto de entrada digital a servicios financieros formales para los remitentes y los receptores. En lugar de pagarse en efectivo, las remesas que se envían a una cuenta bancaria, billetera electrónica o tarjeta inteligente, por ejemplo, pueden depositarse en cuentas que promueven el ahorro seguro y, además, aumentan la transparencia y la capacidad para rastrear los fondos.
“Somos conscientes de las numerosas oportunidades que ofrecen los pagos digitales, pero al mismo tiempo reconocemos que la tarea no es fácil”, dijo la doctora Ruth Goodwin-Groen, directora gerente de Better Than Cash Alliance. “Sin embargo, es posible digitalizar los pagos cuando el Gobierno tiene una visión clara, da el ejemplo y ofrece incentivos adecuados para que el sector privado haga lo que sabe hacer mejor: innovar, crear infraestructura y desarrollar productos que puedan tener éxito en el mercado”.