En la última reunión, los principales temas de análisis estuvieron vinculados con el desarrollo más reciente de cada una de las economías y con las políticas económicas adoptadas.

La inflación esperada en varios países para estos meses ha tendido a moderarse, como resultado del retiro gradual en varias economías del estímulo monetario, un ritmo más bajo de crecimiento de la economía mundial y las menores presiones sobre los precios internacionales, según se informó en la última reunión de bancos centrales de los países socios del Mercosur, Bolivia, Chile y Perú, cumplida el último fin de semana en Santiago de Chile. Por Paraguay participó el presidente del BCP, Jorge Corvalán, y el gerente de Estudios Económicos de la autoridad monetaria, Carlino Velázquez.

Asimismo, se discutieron todas las medidas de manejo de política monetaria, cambiaria y de flujo de capitales que se han implementado para enfrentar el escenario económico actual.

En el encuentro se analizaron los efectos de alzas de precios de alimentos y energía sobre la inflación y las respuestas de las políticas frente a los mismos, así como las experiencias individuales en la adopción de medidas macroprudenciales para enfrentar la reciente crisis internacional.

Los principales temas de análisis estuvieron vinculados con el desarrollo más reciente de cada una de las economías y con las políticas económicas adoptadas.

Evolución favorable. Otra conclusión a la que se llegó en la reunión mencionada es que las economías de la región han mostrado una evolución favorable desde la última reunión, aunque dan cuenta de una moderación en su ritmo de expansión, en sintonía con una economía internacional que ha ido perdiendo dinamismo y en la que se vislumbran riesgos más acentuados que hace algunos meses, asociados a incertidumbres fiscales y financieras en las economías avanzadas. No obstante, han persistido los altos precios de materias primas, lo que ha impactado favorablemente los términos de intercambio, lo que junto con la entrada de capitales, ha llevado a que se mantengan presiones a la apreciación de las monedas de la región.

Por otra parte, se destacan los riesgos para la región de un escenario internacional más incierto, frente a la evidencia de una moderación significativa del ritmo de recuperación de la actividad en las economías desarrolladas, especialmente en Estados Unidos, así como los problemas fiscales de Europa, que mantienen un elevado nivel de tensión en los mercados financieros internacionales.