El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que su entidad estaba lista para actuar y financiar a cualquier banco viable de la zona euro que entre en problemas.
Francfort/Londres. El Banco Central Europeo insinuó este viernes un posible recorte de tasas y Gran Bretaña dijo que estaba lista para aumentar el flujo de dinero en el sistema financiero, en una señal de que los principales bancos centrales del mundo se preparan para cualquier turbulencia derivada de las elecciones de Grecia.
El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que su entidad estaba lista para actuar y financiar a cualquier banco viable de la zona euro que entre en problemas. El funcionario mencionó un panorama de una economía que se deteriora, sin riesgo de inflación, ambas condiciones para un alivio monetario.
"Existen serios riesgos a la baja", dijo Draghi en una conferencia anual de observadores del BCE en Fráncfort, dos días antes de una votación griega que podría colocar a Atenas en un sendero de salida de la zona euro y agitar nuevas turbulencias en los mercados financieros.
"Este riesgo tiene que ver más que nada con un aumento de la incertidumbre", agregó.
En tanto, el principal diplomático financiero japonés, Takehiko Nakao, advirtió que las autoridades en Tokio responderían a movimientos cambiarios indeseables en forma apropiada, una clara amenaza de intervención si la búsqueda de seguridad por parte de los inversores hace subir mucho al yen.
Tras la oferta de préstamos a los bancos por 100.000 millones de libras esterlinas (US$155.000 millones) que hizo el jueves junto con el gobierno británico, el Banco de Inglaterra dijo que comenzará la próxima semana con un costo de sólo el 0,75%.
Funcionarios del G-20, cuyos líderes se encontrarán en México la próxima semana, dicen que varios bancos centrales se preparan para tomar medidas de estabilización de los mercados financieros, si es necesario, ofreciendo liquidez y evitando un mayor ajuste del crédito.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, convocó a una conferencia telefónica el viernes por la tarde con los líderes de Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña, oficialmente, para discutir los preparativos de la cumbre del G20, donde se prevé que predomine el tema de la crisis de la deuda de la zona euro.
Dependiendo de la profundidad de cualquier turbulencia, se podría sostener el lunes o el martes un encuentro de emergencia de ministros del Grupo de los Siete países más desarrollados, durante la cumbre en Los Cabos, México, dijeron fuentes.
El foco ahora es la repetición de las elecciones generales de Grecia, el domingo, una carrera muy ajustada en la que podrían ganar los partidos que prometen romper con los estrictos términos de austeridad económica que impusieron la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional como condiciones de un rescate para el estado griego, que está al borde de la quiebra.
Tal resultado haría que Grecia caiga en el incumplimiento de pagos y posiblemente salga de la zona euro, una perspectiva que podría socavar la fe en todo el bloque monetario y aumentar la presión sobre las finanzas de economías más grandes como Italia y España.
El costo del endeudamiento de España subió arriba del 7% el jueves, un nivel considerado como insostenible. El viernes bajaba levemente y las acciones europeas y el euro avanzaban por las expectativas de una respuesta de los bancos centrales globales.
"En el mejor de los casos, tendremos una situación extremadamente seria el lunes", dijo a los periodistas el ministro de Finanzas de Suecia, Anders Borg.
"Con toda probabilidad, cualquiera sea el resultado, habrá un gobierno al que le costará cumplir los acuerdos que ellos (los griegos) han firmado", agregó.
Panorama empeora. En una señal de creciente tensión entre las potencias centrales europeas, la canciller alemana Angela Merkel criticó el viernes a Francia, en respuesta a la propuesta del presidente Francois Hollande para una emisión conjunta de bonos de la zona euro y un esquema conjunto de garantías de depósitos.
"Europa debe analizar la creciente diferencia de fortaleza económica entre Francia y Alemania", dijo Merkel a empresarios alemanes, dos días antes de la decisiva segunda ronda de unas elecciones parlamentarias francesas.
Respondiendo al llamado de Hollande para una mayor solidaridad en la zona euro, Merkel dijo que Alemania había deseado dar a la Corte Europea de Justicia el poder para rechazar presupuestos nacionales que violen las normas de la UE, pero que otros lo habían objetado. La canciller se refería así a Francia.
Draghi dijo que el BCE estaba listo para suministrar dinero a los bancos solventes si lo necesitaban, un plan claro para evitar el tipo de racionamiento del crédito que ocurrió durante la crisis de Lehman Brothers en el 2008.
"El BCE tiene el papel crucial de ofrecer liquidez a las contrapartes bancarias sólidas a cambio de un colateral adecuado. Esto es lo que hemos hecho a lo largo de la crisis, en honor a nuestro mandato de mantener la estabilidad de precios en el mediano plazo, y esto es lo que continuaremos haciendo", dijo.
Draghi dijo también que ningún país de la zona euro enfrenta un riesgo de inflación, que es la principal preocupación del banco. Eso coincidió con comentarios que hicieron funcionarios del BCE el día previo, de que el organismo podría estar abierto a un recorte de tasas de interés.
Gran Bretaña no quiso esperar a la votación griega para anunciar medidas. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo el jueves que el país lanzará un esquema para ofrecer financiamiento barato de largo plazo a los bancos para alentarlos a prestar a las empresas y los consumidores.