El cambio incipiente podría repercutir en la forma en que las personas ahorran su dinero en un mercado notable por una gran dependencia del efectivo, la escasez de ahorros bancarios y la poca confianza en los bancos tradicionales o el volátil peso local.
Buenos Aires. María Rosales, de 39 años, es una de los millones de argentinos excluidos del sector financiero tradicional. La exempleada de un crucero perdió su trabajo en 2015 y desde entonces ha dependido del apoyo financiero de su familia para sustentarse.
Ahora sus pequeños ahorros están en la mira de un nuevo grupo de prestamistas: los bancos digitales están en la búsqueda de absorber los fondos de la enorme economía informal del país.
El cambio incipiente podría repercutir en la forma en que las personas ahorran su dinero en un mercado notable por una gran dependencia del efectivo, la escasez de ahorros bancarios y la poca confianza en los bancos tradicionales o el volátil peso local, que perdió el año pasado la mitad de su valor frente al dólar.
Según un informe reciente de la OCDE, los depósitos bancarios argentinos representan solo un 18,8% del Producto Interno Bruto (PIB) y señaló que el país tiene una "falta de ahorro interno".
Eso se compara con casi el 60% en el vecino Brasil. En México, que también ha estado promoviendo alternativas a la banca tradicional, es casi el 30%.
"Argentina está muy retrasada, no sé si hay una industria en Argentina tan retrasada como la financiera", dijo a Reuters Stefano Angeli, presidente ejecutivo de Rebanking, un banco digital que comenzará a funcionar en mayo.
"Creemos que la banca digital va a ser la forma de desarrollar este negocio en el largo plazo", agregó el ejecutivo en su oficina en el centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Bancos internacionales también se están lanzando al mercado digital. Banco Santander dijo que lanzará su banco digital en el país, mientras que el banco brasileño Itaú dijo el año pasado que busca abrir una línea de cuentas online en Argentina.
Cuando Rosales perdió su trabajo, su exbanco comenzó a cobrarle por mantener su cuenta. Por otro lado, ella no contaba con recibos de sueldos u otros papeles que le pedían para abrir una cuenta en otro banco.
Por eso, recurrió al banco digital local Wilobank, que promociona un acceso fácil y le da una tasa de interés por sus ahorros, lo que es importante con una inflación del 50% anual.
"Te haces cliente en minutos sin ir a ningún lado", dice en su página web Wilobank.
Su rival, Brubank informa en su página web que "crear tu cuenta en Brubank no tiene costo. Vas a necesitar unos minutos, tener tu DNI (documento nacional de identidad) a mano y nada más".
Lucas Llach, exvicepresidente del banco central de Argentina que trabajó en la inclusión financiera, dijo que el cambio era lógico, ya que muchas personas no pueden acceder a los bancos tradicionales.
"Es racional que haya una población que no se siente bienvenida (en la banca tradicional)", explicó Llach a Reuters, y agregó que la llegada de la banca digital podría tener como efecto secundario ayudar al gobierno a sacar más fondos de la economía informal.
"La tecnología baja los costos de los bancos. Con estas tecnologías nuevas - donde todo es digital - pasa a ser rentable tener clientes de menores ingresos", agregó el exfuncionario.
"Es una prueba". Firmas como la empresa de ventas online Mercado Libre Inc, que recientemente recibió inversiones por parte de PayPal, y la aplicación Ualá, que tuvo apoyo financiero de George Soros, también están impulsando y promocionando el uso de billeteras digitales y aplicaciones de pagos.
"Hay mercado porque hay mucha gente que no está bancarizada, que no quieren los costos de los bancos tradicionales", dijo a Reuters Guillermo Francos, presidente ejecutivo de Wilobank.
El ejecutivo señaló que el banco ha captado 25.000 clientes en sus primeros seis meses de operación, y espera llegar a 100.000 para fin de año y 300.000 para fines de 2020.
El gobierno ha tratado de ayudar al sector bancario eliminando la burocracia y agilizando la creación de nuevos bancos.
Un funcionario del banco central, que habló bajo condición de anonimato, dijo que esto podría ayudar a forzar a los bancos ya instalados a ser más competitivos, algo que la autoridad monetaria ha estado presionando para fomentar las cuentas de ahorro y apuntalar el peso local.
Las autoridades de los bancos digitales dijeron a Reuters que buscan reinvertir los depósitos en los mismos tipos de instrumentos que utilizan los bancos tradicionales, incluida la deuda gubernamental de alto interés que ha sido una bendición para los prestamistas.
Sin embargo, no será fácil atraer a los argentinos al sector financiero. Muchos perdieron sus ahorros durante una importante crisis financiera en 2002, cuando una fuerte devaluación del peso y la conversión de los ahorros en dólares a pesos ha minado la confianza en los bancos.
Nicolás Cánepa, un investigador científico de 39 años, es cauteloso pero curioso. Abrió una cuenta digital a principios de este año y recibió una tarjeta de crédito y débito en apenas una semana.
"Yo mantengo las cuentas que tengo en la banca tradicional porque obtengo algunos beneficios", explicó Cánepa en una entrevista telefónica, pero agregó que obtuvo una mejor tasa de interés para sus ahorros en la banca digital.
"Es una prueba, no puse todo mi sueldo", advirtió.