Políticos, entre ellos el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, han pedido a los acreedores privados de Grecia que acepten quitas del valor de la deuda griega más altas que las pérdidas del 21% acordadas en julio.
Francfort. Banqueros han ofrecido ampliar el recorte voluntario de deuda griega al 40%, mientras políticos exigen al sector privado que acuerde una descuento de al menos 50%, dijeron este domingo fuentes bancarias alemanas.
Políticos, entre ellos el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, han pedido a los acreedores privados de Grecia que acepten quitas del valor de la deuda griega más altas que las pérdidas del 21% acordadas en julio.
Políticos y banqueros siguen discutiendo la forma de reestructurar la deuda griega como parte de negociaciones para reformar la moneda común.
Funcionarios de la Unión Europea también han exigido que los bancos apuntalen sus reservas de capital hasta cumplir un ratio de capital estructural de 9%, en un intento por que sistema financiero pueda soportar una reestructuración de la deuda griega.
Los bancos necesitarían poco menos de 100.000 millones de euros. La mayor parte del dinero se requiere en bancos de Grecia, España y Portugal.
Los bancos de renombre atrapados tendrán que recaudar menos capital de lo que se temía hace dos semanas atrás, y deben poder hacerlo entre accionistas existentes y fondos soberanos, dijeron banqueros y analistas.
Para cumplir con requisitos más estrictos de capital, incluso a los grandes prestamistas como Deutsche Bank y Commerzbank se les pide aumentar su posición de capital.
Deutsche necesita 2.000 millones de euros adicionales que puede recaudar mediante retención de ganancias, desprenderse de activos ponderados o un pequeño aumento de capital si es necesario, dijo el domingo una alta fuente bancaria alemana que no quiso ser identificada.
El sector privado estaba aún tratando de llegar a un acuerdo sobre quitas de la deuda griega el domingo, dijo otra fuente.
En julio, bancos y aseguradoras aceptaron contribuir con 50.000 millones de euros (US$69.000 millones) para reducir la deuda griega mediante una recompra de deuda y un acuerdo de swap, que equivalía a una quita del 21%. El total es ahora considerado insuficiente para que Atenas pueda hacer frente a su deuda.