Hablando ante el Congreso y al electorado más amplio, Obama propuso cambios radicales al código tributario -principalmente, una tasa efectiva mínima de un 30% para los millonarios.
Washington. El presidente Barack Obama pidió este martes impuestos más altos para los ricos y nuevas soluciones para la crisis hipotecaria estadounidense en un discurso del Estado de la Unión marcadamente populista orientado a convencer a los votantes a que le den un segundo mandato.
Hablando ante el Congreso y al electorado más amplio, Obama propuso cambios radicales al código tributario -principalmente, una tasa efectiva mínima de un 30% para los millonarios- para eliminar las desigualdades que permiten a los ricos a pagar tasas más bajas que la clase media.
Aunque es poco probable que las principales propuestas de Obama logren avanzar en un Congreso dividido durante un año electoral, la Casa Blanca cree que el presidente puede aprovechar el resentimiento de los votantes sobre los excesos de Wall Street y la disfunción en Washington.
El mensaje de Obama podría resonar en la campaña 2012 tras la publicación de las declaraciones de impuestos de Mitt Romney, un potencial rival republicano y uno de los hombres más ricos que aspira a la Casa Blanca. El paga una tasa impositiva efectiva más baja que la mayoría de los asalariados.
"Millones de estadounidenses que trabajan duro y operan todos los días según las reglas se merecen un Gobierno y un sistema financiero que haga lo mismo", dijo Obama en una sesión conjunta del Congreso. "Es hora de aplicar las mismas reglas de arriba hasta abajo", agregó.
Los impuestos son el tema más polémico en el corazón de la campaña presidencial de este año, donde Obama busca la reelección a pesar de la lenta recuperación económica y una alta tasa de desempleo.
Los demócratas han criticado los republicanos en el Congreso por apoyar a las exenciones impositivas que favorecen a los ricos, mientras que los republicanos se oponen firmemente a las alzas tributarias con el argumento de que dañarían a la frágil recuperación económica.
"Ninguna característica de la presidencia Obama ha sido más triste que sus esfuerzos constantes por dividirnos, de buscar el favor de algunos estadounidenses al castigar a otros", dijo el gobernador de Indiana, Mitch Daniels, en la respuesta republicana a Obama.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner -el republicano de más alto rango en el Congreso-, insistió en que las elecciones serían un referéndum sobre las políticas "fallidas" del mandatario.
La tasa de desempleo en Estados Unidos fue de un 8,5% en diciembre. Ningún presidente en la era moderna ha obtenido la reelección con una tasa tan alta.
Ovaciones y silencio. La retórica de Obama y la respuesta de la audiencia fue más abiertamente partidista que el año pasado, cuando ambos lados buscaron un tono de civismo tras el intento de asesinato de la legisladora demócrata por Arizona Gabrielle Giffords.
En el momento más emotivo de la noche, Obama abrazó a Giffords cuando se dirigía hacia el podio. La congresista, que ha exhibido una recuperación admirable luego de ser baleada en la cabeza, anunció el domingo que se retirará del Congreso.
La respuesta a Giffords fue uno de los pocos momentos de entusiasmo bipartidista en un Congreso dividido por el antagonismo.
Los demócratas se pusieron de pie para ovacionar y los republicanos se mantuvieron sentados en silencio cuando Obama se comprometió a "enfrentar la obstrucción con la acción". Pero ambos lados aplaudieron cuando Obama llamó a desarrollar todas las fuentes domésticas de energía.
Obama usó el discurso para revivir su llamado a reescribir el código tributario para adoptar la llamada "Regla de Buffett", nombrada en referencia al multimillonario Warren Buffett, quién dice que es injusto que el empresario pague una tasa impositiva más baja que su secretaria.
Los que ganan más de un millón de dólares al año pagarían una tasa mínima efectiva de impuestos de al menos un 30% y sus deducciones de impuestos sería eliminadas bajo el plan de Obama.
Para subrayar el punto de Obama acerca de la desigualdad fiscal, la secretaria de Buffett, Debbie Bosanek, fue a sentarse en el palco de la primera dama en la Cámara de Representantes para discurso anual de Obama.
China, dividendo de paz e hipotecas. Buscando aprovechar una plataforma de alto perfil para mostrar contrapuntos con los republicanos, Obama también presentó una propuesta de reforma impositiva a las corporaciones, incluida una tasa mínima a las ganancias de las compañías en el extranjero y créditos tributarios para las firmas que trasladen empleos a Estados Unidos.
Criticando a China -blanco de demócratas y republicanos por igual durante un año electoral debido a temas comerciales y el valor de su moneda-, Obama propuso crear una nueva unidad de fiscalización de las normas comerciales dentro del gobierno federal.
Prometiendo lo que equivale a un dividendo de paz, Obama también propuso utilizar la mitad de los "ahorros" derivados del fin de las guerras en Irak y de la reducción de tropas en Afganistán para pagar la deuda de Estados Unidos, en tanto, la otra mitad del dinero será destinada a reparar infraestructura en mal estado, como caminos y ferrocarriles.
Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los ahorros por los conflictos significarían "cerca de US$440.000 millones menos" en gastos del 2012 al 2021.
En el frente inmobiliario, Obama dijo que enviará al Congreso una propuesta para permitir que más estadounidenses adquieran hipotecas nuevas y más económicas siempre y cuando estén al día en sus pagos, lo que crearía ahorros de hasta US$3.000 por familia cada año.
Culpando a los bancos de ayudar a la crisis inmobiliaria en primer lugar, Obama dijo al Congreso que pediría a las instituciones financieras que cubran los costos del plan a través de una tarifa bancaria que ha propuesto.
Las tasas de interés en niveles bajos históricos ya han llevado a muchos dueños de propiedades de Estados Unidos a refinanciar sus hipotecas, pero la crisis inmobiliaria sigue pesando sobre la recuperación de la economía.
Si bien esas iniciativas no ofrecen una solución rápida al alto desempleo que amenaza las posibilidades de reelección de Obama, su discurso fue una oportunidad de tomar el control de los temas de la campaña en medio de una saturada cobertura de los medios a la carrera por la nominación presidencial republicana.
Aunque Obama está totalmente consciente de los obstáculos legislativos, sus asesores consideran que esta posición le valdrá réditos políticos al presionar a los republicanos, a los que acusa de obstruir la recuperación económica.
"Podemos conformarnos con un país donde un número cada vez menor de personas está muy bien, mientras que un número creciente de estadounidenses apenas tiene los medios para subsistir", dijo Obama.
"O podemos restaurar una economía donde todos tengan una oportunidad justa, cada uno haga su parte correspondiente y todos operen bajo las mismas reglas", agregó.
Los votantes descubrieron el martes que Romney, un ex jefe de empresas privadas, y su esposa pagaron una tasa efectiva de impuestos de 13,9% en el 2010 y esperan pagar un 15,4% en el 2011, tasas de impuestos que están muy por debajo del máximo de un 35% a los salarios comunes.