El país sudamericano, que en 2014 creció un 3,5%, registró en el segundo trimestre una caída interanual de su PIB de un 0,1% y un descenso de un 1,8% con respecto a enero-marzo, debido a un menor consumo interno y mayores costos energéticos.
El banco BBVA redujo sus proyecciones de crecimiento para Uruguay este año a alrededor de un 2%, desde un 2,6% previo, en tanto espera una aceleración de la inflación y una mayor depreciación de la moneda local, dijo el viernes el presidente ejecutivo de la institución en Uruguay.
El país sudamericano, que en 2014 creció un 3,5%, registró en el segundo trimestre una caída interanual de su PIB de un 0,1% y un descenso de un 1,8% con respecto a enero-marzo, debido a un menor consumo interno y mayores costos energéticos.
Uruguay, un país agrícola-ganadero de 3,3 millones de habitantes, está siendo impactado por la situación económica y política de sus vecinos y clientes, Brasil y Argentina, así como por la desaceleración de China, su principal comprador.
"El terreno de juego se complica. El Servicio de Estudios de BBVA está haciendo revisar sus proyecciones de crecimiento en términos de PIB, en términos de dólar y en términos de inflación", dijo Antonio Alonso, presidente ejecutivo del BBVA en el país austral, en una entrevista con Reuters.
Un documento elaborado por el banco para el primer semestre estimaba un crecimiento de un 2,6% para 2015 y de 3% en 2016, así como un tipo de cambio de 28 y 30 pesos por dólar para este y el próximo año.
"Las (nuevas) previsiones apuntan a un crecimiento en el entorno del 2 por ciento (...) Para el dólar prevemos un cierre en el entorno de entre 30 y 30,4 (pesos) para este año y 32,9 para el 2016", dijo el ejecutivo.
Las cifras están alineadas con las expectativas del Gobierno, que proyectó para este y el próximo año una expansión de entre un 2 y un 2,5 por ciento tras conocerse el último dato del PIB.
La moneda uruguaya, en tanto, acumula una depreciación de un 19,9 por ciento en 2015 ante el paulatino fortalecimiento de la divisa estadounidense a nivel global, un escenario que ha llevado al banco central a intervenir para mitigar volatilidades en el tipo de cambio mientras disminuye sus altas reservas.
El dólar fuerte también ha impactado en un alza sostenida de los precios, con una tasa inflacionaria anual de un 9,5 por ciento a agosto, superior al techo del rango meta oficial de un 7 por ciento.
Al respecto, Alonso dijo que la previsión del banco para la inflación este año será elevada a un 9,2 por ciento, desde un 8,4 por ciento previo, y a un 8,6 por ciento para el 2016, desde un 7,7 por ciento anterior.
"Es un escenario más complicado del que venimos teniendo en los últimos años, que fueron una maravilla. Este año en que estamos es un terreno de juego diferente y probablemente el que venga también será más o menos en esta línea", finalizó Alonso.
