Joaquín Vial, economista jefe para América del Sur, destacó el fuerte aumento de la inversión en capital fijo que está mostrando la región, así como la expansión del empleo formal, particularmente en países como Brasil, Chile, Colombia y México.
América Latina afronta un panorama auspicioso, con un crecimiento económico cercano a su potencial de medio y largo plazo, si la demanda interna se ajusta al ritmo esperado y la inflación sigue bajo control. Así lo indicó Joaquín Vial, economista jefe de BBVA Research para América del Sur, en la presentación del informe ‘Situación Latinoamérica’. BBVA también ha revisado al alza la proyección de crecimiento para la región en 2011 y la sitúa en el 4,6%.
Joaquín Vial destacó el fuerte aumento de la inversión en capital fijo que está mostrando la región, así como la expansión del empleo formal, particularmente en países como Brasil, Chile, Colombia y México, en donde a finales de 2010 crecía a tasas superiores al 4% anual. “La combinación de mayores tasas de inversión con un incremento del empleo formal, respaldado por mayores tasas de participación, permite anticipar aumentos de la tasa de crecimiento del PIB potencial en la mayoría de los países de la región en los próximos años”.
Para el economista de BBVA Research para América del Sur, los precios del petróleo y otros productos básicos seguirán en niveles elevados en 2011, una situación que favorecerá a América Latina. No obstante, el panorama positivo para la región podría verse afectado por un aumento de la incertidumbre en el Norte de África y en Medio Oriente, que lleve al petróleo a los US$150 por barril. Vial explicó que los altos precios del crudo afectarían la recuperación de la demanda interna en los países importadores de petróleo y ello podría golpear la demanda de otros productos básicos, especialmente materias primas industriales como los metales, que se exportan desde varios países latinoamericanos, y cuyos precios estimados podrían caer de manera importante. Esto podría generar algo más de inflación y menor crecimiento, pero sin provocar crisis, aunque hay muchas diferencias entre los países de la región.
“La línea divisoria de un choque de este tipo vendría dada por la composición de las exportaciones. En aquellos países exportadores de petróleo, el impacto inicial sería de carácter positivo, generando holguras de financiamiento y mayores espacios para una expansión fiscal y monetaria. Éste sería el caso de Colombia y Venezuela, países que verían aumentar su tasa de crecimiento en 2012. Si bien México es también un exportador de petróleo, el peso relativo de este producto respecto de las exportaciones de manufacturas a Estados Unidos es pequeño, por lo que el efecto neto del choque global es ligeramente negativo”, señala el informe de la entidad.
Inflación y sobrecalentamiento. La inflación, aunque ha subido, se mantiene en rangos aceptables para la mayoría de los bancos centrales, gracias a la apreciación de las monedas locales que ha desviado los excesos de demanda interna a mayores importaciones. Además, en varios países el Banco Emisor ha subido los tipos de interés con más rapidez y con más fuerza de lo que se anticipaba. Sin embargo, para BBVA Research todavía queda camino por recorrer y en ese sentido, estima que la inflación anual promedio de la región subirá desde 6,4% en 2010 al 6,9% en 2011.
Sobre la preocupación por un posible sobrecalentamiento en las economías de la región, que conlleve un aumento de la inflación, el informe señala que si bien la preocupación se mantiene, estima que el proceso de ajuste de la demanda interna ya se ha iniciado y que las autoridades económicas van a actuar decididamente para evitar que la inflación se instale por encima de las metas. Al respecto, Vial comenta que si los bancos centrales tardan en reaccionar, se corre el riesgo de que las economías de la región vuelvan a experimentar un ciclo de auge y caídas abruptas como las que se vieron en décadas anteriores.
El economista subrayó que sigue plenamente vigente el mensaje que se daba en febrero, en el sentido que es muy importante que se retiren los estímulos fiscales para evitar que la lucha contra la inflación imponga una carga demasiado pesada sobre los tipos de interés, resultando en una apreciación excesiva de las monedas.