De acuerdo con el Informe de Política Monetaria (IPM) de junio de 2011 elaborado por el Banco Central de Bolivia (BCB), la apreciación cambiaria reiniciada a fines de 2010 ha contribuido a una mayor preferencia del público por el boliviano y ha generado un mayor grado de bolivianización en el sistema financiero.
La Paz. El Banco Central Boliviano sostiene que la mayor apreciación del boliviano impulsa al sector productivo a través de la reducción de sus costos de producción, aunque las industrias señalan que el beneficio es parcial. Al primer semestre del año, 65% de las importaciones fueron bienes de capital e insumos.
De acuerdo con el Informe de Política Monetaria (IPM) junio 2011 del Banco Central de Bolivia (BCB), la apreciación cambiaria reiniciada a fines del 2011 ha contribuido a una mayor preferencia del público por el boliviano y ha generado un mayor grado de bolivianización en el sistema financiero.
“Se debe destacar que, al reducir sus costos de producción, la apreciación del boliviano también beneficia al sector productivo”, cita el informe. La información del BCB señala que el 77,9% de las importaciones bolivianas, a mayo, están conformadas por bienes de capital e insumos, de los cuales “la mayor parte se destina a la industria”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 65% del total de las importaciones al primer semestre del 2011 (US$3.289,8 millones) corresponden a esos productos. La internación de suministros industriales representa 32,06%; bienes de capital 21,16%; combustibles y lubricantes 15,10% y equipos de transporte, piezas y accesorios 11,62%.
A decir del vicepresidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Mario Yaffar, la apreciación del boliviano “beneficia a aquellas industrias que realizan importaciones de bienes intermedios, sin embargo, perjudica a las empresas exportadoras al volver su producción menos competitiva y le resta a ese sector la posibilidad de operar en mejores condiciones”.
El informe del ente emisor explica que, además de reducir sus ingresos por emisión y de limitar su rol de prestamista de última instancia para asegurar la estabilidad del sistema, la “dolarización” registrada en años anteriores evitó el manejo de la economía monetaria por parte del BCB.
“Al no poder controlar directamente, la cantidad de dólares en la economía y el margen de influencia del Banco sobre la cantidad de crédito disponible se ve restringido”, agrega.
DESVENTAJAS. Yaffar reiteró que si bien hay “algunas” importaciones de bienes de capital que se ven beneficiadas con el aumento de valor de la moneda nacional, “esa ligera apreciación, esa ventaja que hay por la diferencia del tipo de cambio, luego se ve anulada porque los importadores deben pagar el 13% del IVA (Impuesto al Valor Agregado) por la maquinaria que se compró en el exterior”.
Además, si bien el pago del tributo representa una crédito fiscal para los empresarios, éste “causa mucho daño al flujo económico de las industrias y desincentiva la importación de bienes de capital”, agregó.
Gobierno y empresarios, indicó, se reunieron en reiteradas oportunidades para abordar el IVA sobre estos bienes, pero hasta el momento el sector no obtuvo ninguna respuesta.
Según datos del Informe de Política Monetaria del BCB, el 62,7% de los créditos otorgados en el sistema financiero a junio de este año se efectuaron en bolivianos, mientras que el 58,2% de los depósitos fueron realizados en moneda nacional.
Para contrarrestar las presiones inflacionarias externas, el boliviano se apreció en 1,4% en los últimos 12 meses y 0,85% de enero a junio de este año, lo que equivale a una apreciación promedio mensual de 0,14%.