En una audiencia con parlamentarios británicos, el vicepresidente del regulador europeo buscó amainar los temores acerca de los planes de unión bancaria, que convertirá al BCE en un poderoso regulador, como parte de los esfuerzos para atacar la crisis de deuda de la eurozona.
Londres. El Banco Central Europeo (BCE) se centrará en las principales 25 entidades financieras cuando comience su trabajo como supervisor el año que viene, dijo el vicepresidente del regulador europeo, Vitor Constancio, agregando que la inyección directa de fondos en los bancos débiles no se produciría antes del 2014.
En una audiencia con parlamentarios británicos, Constancio buscó amainar los temores este lunes acerca de los planes de unión bancaria, que convertirá al BCE en un poderoso regulador, como parte de los esfuerzos para atacar la crisis de deuda de la eurozona.
Un posible conflicto entre los roles del BCE como fijador de la política monetaria y la supervisión de la banca no estaba dentro de las posibilidades, agregó.
"Creo que ese conflicto que se menciona a menudo es realmente exagerado y ningún banco central comprometerá su principal función en nuestras economías, que es la de vigilar la estabilidad de los precios", dijo durante una comparecencia vía video con un comité de la Cámara Alta de Reino Unido.
El directivo esbozó las fórmulas para que pueda funcionar el pacto alcanzado el viernes entre los líderes de la Unión Europea para que el BCE supervise los bancos a partir del año que viene en los 17 países que comparten el euro.
Aunque Constancio espera que el BCE tenga autoridad sobre los 6.000 bancos de la UE, la institución se concentraría en los bancos sistémicos, delegando las inspecciones de rutina al resto de los bancos centrales.
"La principal división es la central, y supervisará directamente los 25 principales grupos bancarios, mientras que el resto será hecho por parte de los supervisores nacionales bajo la orientación, el paraguas, la vigilancia y la definición de las practicas llevadas a cabo por la central", dijo Constancio.
Entre los principales bancos europeos se encuentran el Deutsche Bank, BNP Paribas, Santander y UniCredit.
El BCE se reservará la posibilidad de intervenir en cualquier país de la eurozona cuando se le necesite.
"No hay ambigüedades en el sistema y hay una utilización muy extensa de la descentralización", dijo.
El BCE está listo para tomar formalmente las riendas a comienzos de 2013, pero Constancio dijo que el año que viene será usado como preparación.
La supervisión efectiva permitirá al BCE acudir al MEDE para ayudar a un banco necesitado, pero esto no entrará en vigor hasta 2014.
"Lo que significa que España o cualquier otro país que tenga que capitalizar a bancos, tiene que hacerlo con su propia contribución", añadió.
Se respetan los cortafuegos. Mantener la estabilidad de los precios seguirá siendo la principal prioridad del banco central y no habría concesión en política monetaria relacionadas con el papel de supervisor del banco.
"Los cortafuegos que existirán dentro de la institución se respetarán", dijo Constancio.
Los países seguirán debatiendo de cara a otra cumbre de la Unión Europea a mediados de diciembre para ultimar el papel detallado del BCE en la supervisión, pero las pautas generales se han establecido ahora, en lo que supone un rápido avance para la integración europea.
El supervisor bancario europeo (EBA, por sus siglas en inglés) dejará sus tareas de supervisión de la eurozona al BCE pero seguirá redactando las normas bancarias del bloque.
Constancio dijo que el BCE sería solo como cualquier otro supervisor y tendría que seguir las normativas de la EBA.
Pero al Reino Unido le preocupa que los países de la eurozona sean capaces de imponer de manera colectiva normas al conjunto de la UE.
"Si se introduce algún refuerzo para la protección de las minorías en el procedimiento de votación de la EBA, no tendríamos objeciones", dijo Constancio.
Convertir al BCE en supervisor bancario es el primero de tres pasos para crear una unión bancaria completa.
Michel Barnier, jefe de servicios financieros de la UE, dijo el lunes en Viena que propondrá el segundo paso el año que viene: una agencia conjunta para reforzar o cerrar bancos en apuros, otro elemento clave de una unión bancaria.
Constancio dijo que esto podría incluir la exigencia a los bancos para que emitan una cantidad mínima de deuda "bail-in" -que permita la conversión de los acreedores en accionistas del banco- para poder reforzar su solvencia cuando tenga problemas.
El paso final, y seguramente el más problemático, un fondo de garantías común para todos los bancos de la eurozona, llevará más tiempo, dijo Constancio.