El banco central del bloque también podría elevar el límite de cuánto puede comprar en cada emisión de deuda que no está protegida por cláusulas de acción colectiva.
El Banco Central Europeo tendrá que extender y ampliar dentro de poco el alcance de su programa de compra de activos, ya que la desaceleración del crecimiento en la zona euro se profundizaría tras la votación que decidió la salida británica de la Unión Europea, mostró un sondeo de Reuters entre economistas.
Además de extender las compras de bonos por 80.000 millones de euros mensuales más allá de marzo del 2017, los economistas dijeron que el BCE abandonaría una restricción autoimpuesta y empezaría a adquirir activos con retornos negativos por debajo de la tasa de depósito, actualmente en -0,40%.
El banco central del bloque también podría elevar el límite de cuánto puede comprar en cada emisión de deuda que no está protegida por cláusulas de acción colectiva, según reveló la encuesta, que proyectó además que no habrá más recortes en la tasa ni aumentos en el monto de las adquisiciones mensuales.
Los analistas prevén que el BCE no aplicará cambios en la política monetaria en su reunión del jueves.
Los resultados del primer sondeo tras la sorpresiva decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea en el referendo del 23 de junio coinciden con los temores de que las principales economías de la zona euro están perdiendo ímpetu justo cuando la capacidad del BCE para impedir otra desaceleración parece limitada.
En momentos en que los bonos soberanos de la zona euro existentes rinden menos de cero -lo que obliga a los acreedores a pagar al prestatario por el privilegio crediticio-, el BCE dispone de una escasa cantidad de activos a los que puede acceder sin infringir las normas autoimpuestas.
"La caída de los retornos del Bund (bonos soberanos alemanes) en el último trimestre hará cada vez más difícil expandir el programa QE (de compra de activos) y ajustarse a la regla de no adquirir bonos con un rendimiento menor a la tasa de depósito", dijo Karen Ward, economista de HSBC.
"Nuestra mejor apuesta es que esos cambios se aplicarán en septiembre, junto con una expansión del programa de alivio monetario (por otros seis meses), aunque el 'Brexit' aumentará la percepción de urgencia en el Consejo (de gobierno del BCE)", agregó.
Casi un tercio de los 31 analistas consultados en el sondeo que respondieron una pregunta adicional dijo que ahora estaba menos convencido de la capacidad del BCE para influir en el desempeño económico y la inflación de la zona euro, en comparación con sus expectativass al inicio del año.
Hasta el momento hay poca evidencia de que los rendimientos ultrabajos, y ahora negativos, estén logrando impulsar la casi inexistente inflación de la zona euro, muy por debajo de la meta oficial del BCE de casi 2%. A pesar de todas las medidas aplicadas, el panorama de la reticente inflación no mejoró y no avanzaría hasta al menos el final del 2017.
El consenso sobre el crecimiento del PIB de la zona euro el año próximo fue recortado al 1,3% desde el 1,6% en el sondeo previo, el promedio más bajo desde que se empezó a consultar por la expansión en 2017 hace un año.