Argumentando que la regulación laxa había sido una de las principales causas de la crisis financiera global de hace una década, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que la idea de relajar la normativa bancaria no sólo era preocupante sino potencialmente peligroso, y que ponía en riesgo la relativa estabilidad que ha respaldado la lenta pero firme recuperación.
Fráncfort. El Banco Central Europeo rechazó el lunes las acusaciones de Estados Unidos de que la entidad regional esté realizando manipulación monetaria y advirtió que desregular a la industria financiera, ahora un tema muy debatido en Washington, podría sembrar las semillas de la próxima crisis financiera mundial.
Argumentando que la regulación laxa había sido una de las principales causas de la crisis financiera global de hace una década, el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que la idea de relajar la normativa bancaria no sólo era preocupante sino potencialmente peligroso, y que ponía en riesgo la relativa estabilidad que ha respaldado la lenta pero firme recuperación.
Las palabras de Draghi representan una de las reacciones más fuertes de Europa hasta el momento desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó una revisión de las reglas financieras con el objetivo implícito de flexibilizarlas. Eso aviva la idea de que Washington se retiraría de algunos esfuerzos de cooperación internacional.
"Lo último que necesitamos en este momento es una relajación de la regulación", dijo Draghi a la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo en Bruselas. "La idea de repetir las condiciones que estaban vigentes antes de la crisis es algo muy preocupante", agregó.
Draghi también rechazó las acusaciones de un importante asesor comercial de Trump acerca de que Alemania, la principal economía de la zona euro, está usando una moneda ampliamente devaluada para sacar ventaja de Estados Unidos. El titular del BCE argumentó, en cambio, que la debilidad económica es la principal razón de la fragilidad del euro.
Alemania tiene un enorme superávit presupuestario con Estados Unidos, y el asesor comercial de Trump Peter Navarro dijo que Berlín explotaba esa situación en detrimento de Estados Unidos, acusando a la mayor economía de la zona euro de manipulación monetaria.
Pero Alemania no establece la política monetaria sino que el BCE lo hace a nivel regional. Berlín se ha quejado reiteradamente de que la política de la zona euro es muy laxa y que el BCE debería frenar su programa de estímulo.
"Primero y principal, no somos manipuladores cambiarios", dijo Draghi. "Segundo, nuestras políticas monetarias reflejan el distinto punto del ciclo (económico) en (que están) la zona euro y Estados Unidos", agregó. "El mercado único no sobreviviría con constantes devaluaciones competitivas".