El jefe del banco central pidió un marco creíble a largo plazo para poner el presupuesto federal en un camino sensato.
Nueva York. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo este martes que el 2013 podría ser un "año muy bueno" para la economía de Estados Unidos si los políticos lograr un rápido acuerdo para evitar el llamado "abismo fiscal".
El jefe del banco central pidió un marco creíble a largo plazo para poner el presupuesto federal en un camino sensato, pero advirtió que no se tomen medidas que innecesariamente se sumen a los obstáculos que enfrenta la economía.
Bernanke reiteró su advertencia de que caer en el "abismo" de US$600.000 millones en reducciones al gasto del gobierno y alzas de impuestos podría minar la recuperación de Estados Unidos, y dijo que los temores sobre cómo se resolverán las negociaciones del presupuesto ya están afectando al crecimiento.
"Tales incertidumbres sólo se incrementarán con la discordia y la demora", dijo Bernanke en un foro del Club Económico de Nueva York.
"En contraste, la cooperación y creatividad para suministrar claridad fiscal -en particular un plan para resolver los temas presupuestarios de largo plazo de la nación sin perjudicar la recuperación- podrían ayudar a que el nuevo año sea uno muy bueno para la economía estadounidense", agregó.
La economía creció un 2% anual en el tercer trimestre y los economistas prevén que los tres últimos meses del año serán aún más débiles.
La tasa de desempleo sigue elevada en el 7,9% lo que, según Bernanke, todavía está bastante arriba de los niveles que la Fed cree que se pueden lograr sin generar presiones sobre los precios derivadas de alzas salariales.
Bernanke reiteró la guía del banco central, de que prevé mantener las tasas de interés cerca del cero por ciento al menos hasta mediados del 2015, pero no ofreció pistas sobre cómo podría modificar la Fed su programa de compras de bonos al comienzo del próximo año.
"Deseamos estar seguros de que la recuperación esté establecida antes de comenzar a normalizar la política", sostuvo.
La Fed ha mantenido las tasas referenciales cerca de cero desde diciembre del 2008 y ha comprado cerca de 2,3 billones en activos como parte de su flexibilización cuantitativa de la política monetaria para hacer bajar otros costos del préstamo.
En su tercera ronda de alivio cuantitativo (QE3), la Fed prometió en septiembre comprar 40.000 millones de dólares en bonos respaldados por hipotecas al mes y seguir comprando activos hasta que haya una mejoría sustancial en el panorama de la creación de empleos.
A pesar de las preocupaciones de que el abultado balance de la Fed pueda generar inflación, Bernanke dijo que esto no es una preocupación inmediata dadas las restricciones a los sueldos y las tenues mediciones de expectativas de inflación.
Bernanke dijo que es demasiado pronto para evaluar el impacto de la más reciente ronda de alivio monetario de la Fed, pero señaló que estudios muestran que las compras previas de activos fueron efectivas a la hora de fortalecer una frágil economía.
El jefe de la Fed dijo que la crisis financiera del 2007 al 2009 podría haber reducido temporalmente la tasa potencial de crecimiento de la economía de Estados Unidos, lo que explicaría en parte la inusual lentitud de la recuperación.
Pero sostuvo que la serie de "obstáculos" que enfrenta la economía parecen ser una causa más importante, citando el daño al sector inmobiliario y a los mercados hipotecarios, y un fuerte endurecimiento del crédito.
Esos impedimentos parecen estar desapareciendo, sostuvo. El mercado inmobiliario de Estados Unidos mostró "algunas claras señales de mejoría" y se han hecho "avances graduales y significativos" hacia condiciones financieras más normales, dijo Bernanke.
Pero advirtió que un tercer obstáculo, la política fiscal de Estados Unidos, podría intensificarse en los próximos trimestres, dado que la presión de un presupuesto federal más austeró será mayor que los beneficios de presupuestos más holgados a nivel estatal y local.