El bitcoin se desplomó la semana pasada hasta los US$5.555 en la plataforma Bitstamp de Luxemburgo, una baja cercana al 30% respecto del máximo histórico de casi US$7.900 del miércoles.
El bitcoin subía más de US$1.000 el lunes, después de perder casi un tercio de su valor en menos de cuatro días, porque los operadores volvían a interesarse en la volátil criptomoneda.
El bitcoin se desplomó la semana pasada hasta los US$5.555 en la plataforma Bitstamp de Luxemburgo, una baja cercana al 30% respecto del máximo histórico de casi US$7.900 del miércoles.
Sin embargo, el Bitcoin rebotó el lunes un 14% a US$6.718, pese a que aún cotizaba más de US$1.000 por debajo de su récord de la semana pasada.
Expertos dijeron que la caída estuvo propiciada por la decisión del miércoles de abandonar una actualización de software que habría resultado en un denominado "fork" o bifurcación de la criptomoneda.
La decisión tuvo inicialmente un impacto positivo en la moneda digital, propulsándola al máximo histórico de US$7.888 porque el mercado lo interpretó como el fin de una larga disputa.
Sin embargo, algunos se mostraron decepcionados por el abandono de esta bifurcación llamada "Segwit2x" porque iba a mejorar la capacidad con la que se procesan las transacciones de bloques, reduciendo la competencia para que los pagos se procesen y bajando las tasas de esas transacciones.
En consecuencia, dijeron los analistas, algunos de los que consideran que unas tasas bajas son importantes para el futuro del bitcoin lo vendieron para entrar en otra moneda llamada bitcoin cash, que se había escindido de la original en agosto. El tamaño de sus bloques es mayor y por lo tanto las comisiones de las transacciones son más bajas.
Bitcoin cash triplicó su valor a finales de la semana con la caída del bitcoin, alcanzando un máximo apenas bajo los 2.000 dólares el domingo y superando fugazmente a ethereum como la segunda mayor criptomoneda del mundo.