El desempleo ha alcanzado sus niveles más bajos en varios países de América Latina. En Brasil, la tasa de desempleo fue de 6,5% en marzo, el segundo nivel más bajo de todos los tiempos.
"En Chile, el desempleo fue de 7,3% en el cuarto trimestre 2010 y el primero de 2011; también el nivel más bajo que se ha registrado. Sólo en la cúspide del ciclo pre crisis (primer trimestre 2007) habíamos observado niveles de desempleo cercanos a estos. En Perú, la tasa de desempleo registró su nivel más bajo a principios de 2011, colocándose en 7,88% (en este caso, utilizamos un promedio móvil para evitar problemas estacionales)", consigna un completo informe de BofA Merrill Lynch Research sobre la región.
Estudio que agrega que para el cierre de 2010, el desempleo en Argentina había caído hasta igualar el récord anterior de 7,3% de diciembre 2008, de acuerdo al tan inquirido Indec.
Sólo en Colombia y México los niveles de desempleo no han regresado a sus niveles pre crisis. Esto no es de sorprender, puesto que la recuperación en estos países ha sido más lenta que en resto de la región. De cualquier manera, nuestros pronósticos de desempleo para el cierre 2011 no sufrirán grandes cambios en Colombia y México, así como en Argentina, Brasil y Chile.
La creación de empleos a un menor ritmo. El ritmo de creación de empleos se está desacelerando en la mayoría de los países. Colombia y, en menor grado México fueron las únicas excepciones al cierre de 2010. Esto es de esperar ya que su crecimiento estaba rezagado en comparación a otros países de América Latina. Sin embargo, las cifras de creación de empleos en México comenzaron a mostrar una leve desaceleración en el primer trimestre 2011.
En Perú, la creación de empleos probablemente será más débil en el segundo trimestre 2011; durante nuestro reciente viaje a Perú, escuchamos en repetidas ocasiones que la inversión se detendría por las inquietudes vinculadas al periodo electoral. En Chile, la creación de empleos se mantuvo robusta en el primer trimestre, no obstante que hubo algo de desaceleración, pero observamos que la cifra más reciente (marzo 2011) podría estar afectada por efectos base, al compararla con las cifras pos-terremoto. La creación de empleos se ha estado debilitando sustancialmente en Argentina y Brasil desde mediados de 2010.
Una menor tasa de crecimiento explica una menor tasa de creación de empleos. Quisimos comprobar si la elasticidad de creación de empleos a crecimiento –es decir, cuántos empleos son creados por cada unidad productiva– está declinando. No encontramos evidencias concluyentes. Sólo en Chile la elasticidad está declinando. Se ha mantenido estable en Brasil y ha aumentado en Colombia y México. El relativamente lento crecimiento debe explicar la desaceleración de la creación de empleos en Brasil y Argentina. Prevemos una desaceleración de la creación de empleos en los próximos meses. Con las bajas tasas de desempleo, la oferta de mano de obra calificada probablemente no puede compensar su demanda. En consecuencia, los aumentos de demanda total (y de empleo) probablemente ejercerán una mayor presión sobre los salarios y por tanto, promoverán una menor creación de empleos, en comparación con las etapas anteriores del ciclo. Un argumento complementario sería que, mientras la mano de obra se vuelve más cara con el fortalecimiento de las divisas locales, la inversión probablemente se tornará más intensiva en capital y no en mano de obra.
Panorama mixto para el crecimiento de los salarios. En varios países, las alzas al salario mínimo son más moderadas este año. En Brasil, el incremento de 5,3% al salario mínimo es el más pequeño desde 1999, en contraste con la expansión anual promedio de 11,9% en el periodo 2005-2010. Asimismo, por primera vez desde 2002, es probable que las alzas al salario mínimo sean negativas al ajustarse a la inflación. La regla para elevar el salario mínimo es que deben ser iguales a la tasa de inflación del año anterior, más la tasa de crecimiento PIB de dos años atrás. Esto indica que los salarios mínimos crecerán 14% el año próximo.
En Chile, el ajuste del salario mínimo (3,5%) está muy por debajo del crecimiento promedio de 2005-2010 (6,2%), y probablemente sea menor a la inflación. En México, el incremento de 4,1% no dista tanto de su crecimiento promedio de 2005-2010.
Por otra parte, en general las tasas de crecimiento de los salarios se han mantenido robustas y han mostrado aceleración en la mayoría de los países. Brasil y Argentina, en menor medida, son las excepciones, puesto que el crecimiento de los salarios se ha mantenido relativamente estable en meses recientes. En Brasil, las tasas de crecimiento de los salarios no están lejos de sus niveles más altos pre crisis, y son compatibles con la meta de inflación de 4,5%, en nuestra opinión. Las tasas de crecimiento de los salarios muestran una aceleración sustancial en Colombia y Chile, y crecen a niveles que ponen en peligro la meta inflacionaria (3%).
Comportamiento compatible con el clímax del ciclo. El comportamiento de los salarios y el empleo es compatible con la etapa de la economía, actualmente en la cima del ciclo, en varios países. En Brasil, el desempleo ha caído a sus niveles más bajos, por lo que el incremento de la demanda se refleja en fuertes alzas de salarios pero cifras un tanto modestas para la creación de empleos. Lo mismo es cierto para Argentina, pero a niveles diferentes. Consideramos probable que el crecimiento de los salarios se mantenga al 26% anualizado, o aumente moderadamente este año, alimentando las presiones inflacionarias. En Chile, los salarios están acelerando, pero sorprende que no avancen aún más rápido con las bajas tasas de desempleo y la fuerte creación de empleos. Los cambios en la fuerza laboral explican este acertijo: al cierre del primer trimestre 2011 había aumentado 5% anualizado, en un país cuya población crece alrededor del 1,2% cada año.
En aquellos países que se encuentran atrasados en el ciclo, Colombia y México, las diferencias de proyección inflacionaria podrían explicar la divergencia de las tasas de crecimiento de los salarios. En ambos casos, los niveles de desempleo se encuentran por encima de sus niveles pre crisis, y la creación de empleos es robusta. Y sin embargo los salarios crecen mucho más rápido en Colombia. Dos factores podrían explicar la divergencia. En primer lugar, la inflación se ha estado desacelerando en México y acelerando en Colombia. En segundo lugar, en este ciclo, la mayor parte de la recuperación de empleos en México ha provenido del sector de bajos ingresos (hasta 3 salarios mínimos).
Alza en tasas oficiales para Brasil y Chile, no así en México. En general, el comportamiento de los mercados laborales es compatible con nuestras proyecciones para las tasas de Latinoamérica. Un fuerte mercado laboral indica alzas adicionales por 50 puntos base en Brasil (dos escaladas de 25 puntos base), y posiblemente dos medidas macroprudenciales adicionales. Consideramos que eso es lo que hará el banco central, pero no será suficiente para acercar la inflación al centro del espectro meta este año; prevemos un IPCA de 6,1% en 2011. Asimismo, anticipamos que el banco central de Chile continúe elevando su tasa, 100 puntos base en este caso, llegando a 5,5%. En nuestra opinión, los riesgos son de escaladas adicionales. En México, el retraso del mercado laboral probablemente sea un factor que ayude a Banxico a mantenerse inmóvil este año.