La inflación acumulada en el país sudamericano en los últimos 12 meses (septiembre 2013-agosto 2014) alcanzó 6,11%, indicó la institución estatal en un reporte difundido en la capital del país.
La Paz. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Bolivia acumula un alza de 3,88% en lo que va de 2014, mientras que el gobierno prevé cerrar el año con una inflación de 5,5%, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La inflación acumulada en el país sudamericano en los últimos 12 meses (septiembre 2013-agosto 2014) alcanzó 6,11%, indicó la institución estatal en un reporte difundido en la capital del país.
Solamente en agosto pasado, Bolivia tuvo una inflación de 0,06%, tras haber registrado 0,73% en julio y 1,21% en junio.
El INE detalló en su reporte que el alza en los precios de agosto se explica sobre todo por la subida de los productos que integran la canasta familiar.
Por ciudades, los aumentos fueron de 0,42% en La Paz, 0,20% en Trinidad, 0,16% en Cochabamba y 0,15% en Sucre.
El mayor incremento a nivel nacional se dio en las divisiones de bebidas alcohólicas y tabaco, con 2,17%.
Le siguió el segmento de restaurantes y hoteles, con 0,69%, mientras que el valor de bienes y servicios diversos se elevó 0,35%.
Los precios en prendas de vestir y calzado aumentaron 0,30 por ciento, y vivienda y servicios básicos lo hizo en 0,24%.
En contraparte, alimentos y bebidas no alcohólicas presentaron una baja en sus precios de 0,38%, mientras que transportes lo hizo en 0,29%.
Hubo también una baja en los precios en ciudades como Tarija 0,60%, Santa Cruz 0,19%, Potosí 0,17%, Cobija 0,15% y Oruro 0,14%.
Por su parte, el economista de la consultora privada Southern, Luis Ballivián, manifestó que en los dos últimos meses (julio y agosto) los precios recuperaron su estabilidad, luego de que en junio tuvieron una preocupante alza.
Ballivián, quien se formó en la Escuela de Negocios de la Universidad de Miami, señaló que el indicador de junio fue el más alto del año.
Dijo que este valor inflacionario fue consecuencia de los efectos climáticos que afectaron a principios de año regiones productoras y, por consiguiente, la producción de alimentos.
