La decisión está descartada principalmente por la estabilidad que el país tiene desde hace una década, evitar la presión inflacionaria y mantener la política de bolivianización.
La Paz. Bolivia esgrimió varios argumentos que sustentan su posición para evadir una devaluación de su moneda respecto del dólar estadounidense, como lo hicieron países vecinos.
La decisión está descartada principalmente por la estabilidad que el país tiene desde hace una década, evitar la presión inflacionaria y mantener la política de bolivianización.
Estas conclusiones surgen como consecuencia de que en las últimas semanas dos hechos financieros mundiales removieron las perspectivas de la economía mundial.
En primera instancia, la menor cotización internacional del barril de petróleo en los últimos seis años, con un precio que bordeó con vértigo los 42 dólares y en segunda instancia, la devaluación de la moneda china, el yuan.
El gobierno, el Banco Central de Bolivia (BCB) y expertos economistas, coincidieron por separado, que la depreciación de la moneda china ni la baja cotización del petróleo tendrán efectos lapidarios para el país andino amazónico.
Aunque se prevén que la devolución si significaría un gran golpe para Bolivia porque generaría una inestabilidad, puesto que la política de bolivanización es el pilar de este gobierno que mantuvo la estabilidad, tomando en cuenta que las transacciones financieras en el país en moneda nacional alcanzan un promedio del 85 por ciento.
Respecto de China, sus efectos serán mínimos por el bajo intercambio comercial que presentan ambas naciones. Más al contrario se dijo que a mediano plazo las exportaciones bolivianas de materias primas pueden tener un repunte cuando el país asiático lo requiera.
El ministro de Economía, Luis Arce, precisó que la devaluación de la moneda china tendrá un impacto positivo en el mediano plazo, porque, si la medida tiene éxito, el país asiático volverá a ser el motor de la economía mundial y continuará con la demanda de materias primas.
A su vez el presidente del BCB, Marcelo Zabalaga, aclaró que la depreciación sólo generaría inflación con graves consecuencias para la estabilidad que goza desde hace una década Bolivia y "no es un indicador que mejore las exportaciones ni es necesaria por las elevadas reservas internacionales netas que tiene el país".
El experto economista Alberto Bonadona considera que la moneda nacional debe mantener su valor porque la política monetaria está basada en la bolivianización y con la devaluación ya no "habría una estabilidad".