La fundidora fue construida en 1985 para procesar plomo y plata, con créditos alemanes y belgas por US$200 millones, pero no funcionó porque entonces la producción era insuficiente.
La Paz. El Gobierno boliviano puso hoy en funcionamiento el complejo metalúrgico de Karachipampa para procesar plomo y plata y que estuvo parado desde hace 28 años en la región andina de Potosí, fronteriza con Chile y Argentina.
Los hornos de la planta fueron encendidos hoy por primera vez, en presencia del presidente Evo Morales, el ministro de Minería, Mario Virreira, y del gobernador de Potosí, Félix González.
Morales también promulgó un decreto para crear la Empresa Metalúrgica Karachipampa, que dependerá de la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) para administrar el complejo.
La fundidora fue construida en 1985 para procesar plomo y plata, con créditos alemanes y belgas por US$200 millones, pero no funcionó porque entonces la producción era insuficiente.
El Gobierno de Morales también tuvo un conflicto con la empresa canadiense Atlas Precious Metals, que en 2008 había comprometido US$85 millones para poner en marcha el complejo.
El Ejecutivo cobró en 2010 a la canadiense una garantía de US$850.000, con el argumento de que no había avances en el proyecto y que sus inversiones apenas llegaron a dos millones.
Un año después, Atlas y las autoridades bolivianas alcanzaron un acuerdo económico para la salida de la empresa del proyecto, que pasó a la administración de la Comibol.
Morales informó hoy que la Comibol invirtió unos US$6,4 millones para la rehabilitación y puesta en marcha de la fundidora, que cuenta con US$50 millones para sus primeras operaciones.
Según el mandatario, de los US$50 millones ya se usaron US$14,3 millones para comprar unas 7.000 toneladas de mineral a la Minera San Cristóbal, una filial de la japonesa Sumitomo que opera el mayor proyecto minero en operación en Bolivia.
La producción de Karachipampa proyectada por el Gobierno es de 21.000 toneladas anuales de plomo y 163.000 de plata.
Morales también anunció que entre junio y julio, Bolivia comenzará a exportar lingotes de plomo y plata, aunque no precisó a qué mercados, y agregó que "esta comercialización movilizará casi 200 millones de dólares al año".
La fundidora logrará también un ingreso adicional de 18 millones de dólares anuales por la venta de otros subproductos, como óxido de zinc, cristales de bismuto y mate de cobre, entre otros.
El Ejecutivo calcula que este año, el complejo tendrá un ganancia neta de US$3,4 millones, cifra que se incrementará a US$6,7 millones dentro de diez años.