Perú, Chile, Colombia y México, y en el futuro próximo Panamá, representan más de 200 millones de habitantes y la suma de sus transacciones de importaciones y exportaciones superan los US$800.000 millones.
Lima, Andina. Como un ejemplo concreto de la integración financiera, que es uno de los grandes objetivos de Perú, Chile, Colombia y México con el Acuerdo del Pacífico de Integración Profunda, destacó este jueves el presidente Alan García la aprobación de la fusión de la Bolsa de Valores de Lima con las Bolsas de Valores de Bogotá y de Santiago.
“Hace unos momentos la Bolsa de Lima ha aprobado su fusión, su acción colectiva, con la Bolsa de Bogotá y la Bolsa de Santiago de Chile y que esperamos en un futuro no lejano poder constituir también con México una gran bolsa que significaría el mercado bursátil más importante de Latinoamérica y posiblemente de este lado del mundo”, manifestó el mandatario peruano.
Según refiere la secretaría de Prensa de la presidencia de la República, fue al expresar su saludo a los presidentes de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Juan Manuel Santos; y de México, Felipe Calderón, antes de iniciar una reunión de trabajo con ellos en el Gran Comedor de Palacio de Gobierno.
“Cada uno de nosotros ha hecho un enorme esfuerzo de desarrollo, de captación de inversiones, de generación de empleo, pero juntos podemos captar inversiones mucho mayores, de mayor escala y por consiguiente generar muchísimo más empleo en beneficio a nuestra población”, señaló.
Al dar la bienvenida, en nombre de todos los peruanos, a los presidentes visitantes, a sus colaboradores y ministros, el jefe de Estado dijo que la Cumbre de Lima “es un paso histórico en la modernidad de nuestro continente y en el desarrollo social y de justicia en favor de nuestros pueblos”.
“Estamos representantes de países que destacan por su desarrollo económico y social, que han alcanzado en estos años importantes logros en la reducción de la pobreza y nos juntamos para lanzar desde aquí una propuesta distinta y nueva de integración profunda que signifique construir la libertad de personas, bienes, servicios capitales entre nuestros países, una forma de integración distinta que no significa cercanía geográfica solamente sino la comunidad de visión que compartimos en cuanto al destino democrático y en cuanto al destino de la libertad económica que debe caracterizar a nuestros pueblos”, recalcó.
“Creemos en la democracia, creemos firmemente en la libertad, pero sabemos que la libertad en la miseria no es libertad ni es auténtica democracia”, dijo.
Por eso, señaló, desde hace tiempo nos propusimos afirmar un nuevo modelo de integración distinta hacia el mundo que nos una hacia nuevos mercados y a saber competir juntos, tecnológica y productivamente con otros centros de poder productivo de la tierra.
Señaló que Perú, Chile, Colombia y México, y en el futuro próximo Panamá, representan más de 200 millones de habitantes y la suma de sus transacciones de importaciones y exportaciones superan los US$800.000 millones. “Y superan por consiguiente a la más exitosa y antigua forma de integración económica existente ahora que es el Mercosur, que llega a US$500.000 millones”, subrayó.
Acotó que los cuatro países expresan el 55% de las exportaciones latinoamericanas y más del 35% de Producto Bruto Interno del continente latinoamericano.
Nos une, dijo, ser parte de la Cuenca del Pacífico, el océano del futuro, del siglo XXI que vincula a los cuatro países ribereños con el gran centro de desarrollo que se ha constituido actualmente el Asia con China y Japón.
”Nuestra alianza permitirá alcanzar una escala productiva mucho mayor y dará competitividad a nuestras economías y a nuestros productos y permitirá además establecer cadenas productivas entre nuestros países para entregar productos finales muy competitivo al resto del mundo y de esta manera ser también un punto de atracción de las grandes inversiones mundiales”, manifestó.
El presidente Alan García manifestó su complacencia por el fortalecimiento del lazo con México “que aporta un sentido latinoamericano a esta experiencia de integración que no se reduce solamente a lo sudamericano como hasta ahora se ha planteado sino que permite recuperar para nosotros a México de lo cual estamos orgullosos y muy contentos”.
El jefe de Estado agradeció a los presidentes de Chile, Colombia y México por responder con prontitud a una iniciativa y aportado su decisión, su energía a darle al Acuerdo del Pacífico una visión de muy largo plazo.
Dijo que toca ahora armonizar algunos procedimientos y discutir sobre temas aún no acabados como las reglas de origen, la estandarización técnica en temas sanitarios y fitosanitarios.
Asimismo, otros asuntos como servicios, títulos universitarios y fundamentalmente la facilitación comercial a través de ventanillas únicas, “y de todos los instrumentos con los que podamos unir a nuestros trabajadores, nuestras inversiones y articular nuestros productos”.
Ello se logrará, manifestó, a través de nuestra integración energética esencial para el desarrollo de nuestros pueblos, integración de puertos, aeropuertos, telecomunicaciones que deben permitir la mayor velocidad en nuestras transacciones y libertad en el tránsito de la tecnología, de los capitales, de los profesionales, trabajadores y de los productos.
“Este es un momento histórico porque estamos haciendo una inflexión en la forma de entender la integración que no es romántica ni poética, es una integración realista ante el mundo y hacia el mundo que articula nuestros productos para convertirnos en un polo de atracción de tecnologías y de capitales”, manifestó el jefe de Estado, quien expresó su confianza en que hoy se comienza un paso decisivo para la verdadera y productiva integración con la que todos hemos soñado.