Aída Lamus, ex presidenta de la antigua Comisión Nacional de Valores, sostiene que este nuevo mercado ha demostrado hasta ahora ser "un ensayo" del deber ser de un mercado de capitales.
La Bolsa Pública de Valores Bicentenaria de venezuela (Bpvb), no sólo nació con la participación de un número muy bajo de empresas emisoras (Toyota Services y Envases Venezolanos), sino que aún se encuentra muy lejos de ser un mercado en donde se ofrezcan instrumentos financieros para la inversión y el ahorro.
Expertos consultados explican que hasta que el gobierno no le dé luz verde a la colocación de bonos de deuda soberana o convertibles en divisas, así como de acciones de empresas públicas o privadas, no se observará un comportamiento significativo de operaciones en la Bolsa Bicentenaria.
Aída Lamus, ex presidenta de la antigua Comisión Nacional de Valores, sostiene que este nuevo mercado ha demostrado hasta ahora ser "un ensayo" del deber ser de un mercado de capitales.
"Lo que se hizo el pasado lunes cuando se inauguró la Bolsa Bicentenaria es lo que se ha hecho siempre en los últimos 20 años: emitir papeles comerciales. Este instrumento es una inversión de corto plazo, de 15 días a un año, y son adquiridos prácticamente por bancos; es decir, todo lo contrario al mercado de capitales, en donde pueden participar tanto personas naturales como jurídicas. Los papeles comerciales no se negocian en el mercado secundario por ser títulos de corta duración", explicó.
Lamus destaca que el desarrollo de la Bolsa Pública se verá cuando se coloque una cantidad significativa de bonos de Petróleos de Venezuela o de la República, ya que éstos sí se negocian o se transan continuamente en el mercado secundario.
"Me parece bien que la Bolsa Pública sea utilizada para la transacción de los bonos de deuda, porque se puede ir formando un mercado en el cual podremos conocer de forma transparente cómo se cotizará el precio de estos títulos".
Indicó además que con el control de cambios se convierte en una ventana para adquirir divisas de manera legal. "Desde este punto de vista puede ser útil, sería un vendedor de bonos del Estado a través del mercado de capitales", apuntó.
A juicio de la ex presidenta de la Comisión Nacional de Valores, también sería idónea la oferta de acciones o de títulos valores de las grandes empresas estatales en la Bolsa Bicentenaria.
"Sería bueno que se abran nuevamente al mercado de capitales entes públicos como Cantv y La Electricidad de Caracas, así como las empresas básicas de Guayana. Sería ideal que los títulos de Sidor también circulen en este mercado. Pero ellos (Gobierno) no han sido pro mercado, así que cómo van a pretenderlo ahora".
En relación con las declaraciones ofrecidas por el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, sobre la coexistencia en el mercado local de la Bolsa Bicentenaria y la Bolsa de Valores de Caracas, Aída Lamus indicó que el desarrollo del mercado privado se encuentra seriamente comprometido.
"Lamentablemente ya no hay empresas grandes que coloquen acciones en la Bolsa de Caracas, como La Electricidad de Caracas y Cantv, las cuales movilizaban este mercado. El ministro no puede decir que los dos mercados pueden coexistir sin problemas, cuando el Gobierno sacó a estas empresas del corro capitalino".
Proteger al inversionista
La nueva Ley de la Bolsa Pública de Valores Bicentenaria permite ser emisores en este mercado a empresas públicas y privadas, así como a las cajas de ahorro y a las comunas.
A Lamus le preocupa que la misma ley exime a estas dos últimas organizaciones de presentar algunos requisitos indispensables en este tipo de mercado.
"Cuando se exige que se presenten los estados financieros o documentos que demuestren los números de una empresa, es para ofrecer confianza al momento de colocar una emisión. La Superintendencia Nacional de Valores tiene que proteger al inversionista, este organismo no puede evadir su responsabilidad de proteger al inversionista", reiteró Lamus.
Cualquier empresa que desee emitir títulos tiene que tener previamente revisada su capacidad de pago, medida su calificación de riesgo y presentado un prospecto con las características de la emisión, tal y como se exige en la Bolsa de Valores de Caracas.
"Con respecto a las comunas, tengo que decir que en aras de un desarrollo social, se está deteriorando la protección del inversionista. Por hacer un mercado no se puede dejar de proteger al inversor. Se puede generar una crisis por falta de vigilancia y supervisión", advirtió Lamus.