"El panorama general es que el año que viene va a haber un montón de factores negativos que vigilar desde la crisis de la deuda soberana europea. El mercado seguirá siendo muy sensible a los acontecimientos de Europa a comienzos de año", dijo Kenichi Hirano, director de operaciones de Tachibana Securities en Tokio.
Singapur. Las bolsas en Asia se encaminaban este viernes a terminar con pérdidas su primer año en tres, tras haber perdido casi un quinto de su valor luego de que la crisis de deuda europea y la turbulencia financiera mermaron el apetito por el riesgo de los inversores, llevándolos a activos como el dólar y el oro.
Es probable que las inversiones de refugio seguro y el efectivo sigan siendo favorecidas a comienzos del 2012, cuando los inversores vigilarán los esfuerzos por contener la crisis de deuda europea y la salud de la economía china, que pueden determinar su regreso al riesgo.
"El panorama general es que el año que viene va a haber un montón de factores negativos que vigilar desde la crisis de la deuda soberana europea. El mercado seguirá siendo muy sensible a los acontecimientos de Europa a comienzos de año", dijo Kenichi Hirano, director de operaciones de Tachibana Securities en Tokio.
"Un concepto popular este año fue la salida de riesgo. Si el mercado puede volver a asumir más riesgos y regresar a los valores está por verse, y el momento de ese cambio estará en el foco de atención el próximo año", agregó.
Japón en particular se beneficiará de los gastos del Gobierno para financiar la reconstrucción después del terremoto que devastó el país en marzo, agregó.
El índice MSCI de acciones fuera de Japón ha caído más de un 18% este año, mientras que el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio tuvo una segunda caída anual consecutiva, perdiendo un 17% en el 2011.
"Si usted mira en todas las clases de activos, este realmente ha sido un año de flujos hacia refugios seguros, buscando preservar su capital y devolver el capital", dijo Chris Weston, operador institucional de IG Markets en Melbourne.
Los inversores se asustaron en el 2011 por un terremoto y tsunami en Japón, que fue seguido por las crisis de deuda en los Estados Unidos y Europa y las inundaciones en Tailandia.
El viernes, el estado de ánimo era cautelosamente optimista luego de que un reporte de datos en Estados Unidos el jueves indicó tendencias positivas para la mayor economía del mundo y provocó modestas ganancias en los valores en ese país y en el Viejo Continente.
En la sesión el índice MSCI excluyendo a Japón estaba casi plano, mientras que el Nikkei subió un 0,7%.
Las ventas pendientes de casas usadas en Estados Unidos subieron a un máximo en un año y medio en noviembre y la actividad fabril en el Medio Oeste del país creció más que lo esperado en diciembre.
El euro estaba a punto de terminar un año en la montaña rusa con una nota pesimista, pasando por debajo de un nivel de soporte técnico crucial, lo que presagia dificultades para el próximo año.
Durante el año el euro perdió más de un 3% contra el dólar, sumándose a un declive de un 6,6% en el 2010. El jueves pasó por debajo del soporte en este año y se hundió a un mínimo en 15 meses de US$1,2858. Más tarde se recuperaba en Asia a US$1,2940.
Frente al yen, el euro retrocedía un 0,2% a 100,37 unidades, acercándose al mínimo en 10 años que tocó en la sesión anterior, en torno a 100,01 unidades.
Las materias primas como el petróleo y el oro tuvieron un mejor año.
El crudo Brent del Londres se encamina a cerrar el año con un alza de casi un 14% y en un máximo promedio anual, con las tensiones políticas en los estados miembros de la OPEP ayudando a contrarrestar una crisis económica global que ha debilitado la expansión de la demanda petrolera.
El mercado del petróleo cerrará el 2011 de la misma forma que lo empezó, con los temores de una interrupción importante del suministro de petróleo en el Medio Oriente y África del Norte apoyando los precios y se espera que la incertidumbre continúe el próximo año.
El foco inmediato continúa en Irán, después de que volvió a amenazar con bloquear el tráfico a través del Estrecho de Ormuz, un paso crucial para los proveedores de crudo de Oriente Medio después de la decisión de la Unión Europea de intensificar las sanciones contra Teherán por su programa nuclear.
Estados Unidos dijo que preservará los envíos de petróleo en el Golfo.
El oro aún sigue un 19% a la baja desde su máximo en el año que tocó en septiembre, luego de que la preocupación por la zona euro llevó a los inversores hacia el dólar, lo que encareció al metal precioso para los tenedores de otras monedas.
El próximo año continuará dominado por las preocupaciones sobre el crecimiento económico y la deuda soberana, dijeron analistas del oro.