Los mercados seguían reaccionando negativamente por los pronósticos del BCE, respecto a que los bancos del bloque podrían sufrir millonarias amortizaciones entre 2010 y 2011.
Singapur. Las bolsas en Asia seguían este miércoles los pasos a la baja de Wall Street debido a que la inquietud sobre la crisis de deuda en la eurozona llevó a los inversores a seguir recortando posiciones de riesgo, mientras el euro se estabilizaba tras tocar un mínimo en cuatro años.
El yen cayó luego de que el primer ministro de Japón, Yukio Hatoyama, anunció que renunciará, reflejando la opinión de que el favorito para reemplazarlo, el ministro de Finanzas Naoto Kan, prefiere un yen débil.
El índice MSCI de acciones asiáticas no japonesas, que ha exhibido un desempeño inferior al de los mercados globales en lo que va del año, retrocedía 0,9%.
En Japón, el índice Nikkei de la bolsa de Tokio perdió 1,1%, cediendo algunas ganancias tempranas.
La crisis de deuda en la eurozona ha llevado a los inversores a despojarse de sus activos de riesgo, entre ellos las acciones asiáticas.
En el último susto para los inversores, el Banco Central Europeo (BCE) dijo el lunes -feriado en Gran Bretaña y Estados Unidos- que los bancos del bloque euro podrían sufrir amortizaciones por 195.000 millones de euros este año y el próximo en una segunda ola de pérdidas por la crisis financiera.
El referencial de Shanghái se recuperó tras pérdidas tempranas y cerró con una leve subida en una sesión con poco volumen de negocios en la que el sector bancario se vio golpeado por sus planes para reunir fondos.
El Banco de China, que busca juntar 40.000 millones de yuanes (US$5.900 millones) mediante la venta de bonos convertibles en Shanghái, dijo que podría considerar nuevos planes de recolección de fondos.
Las acciones en Taiwán retrocedieron 1,3%, con el fabricante del iPhone Hon Hai Precision Industry cediendo 4% luego de que la compañía dijo que subiría los sueldos de su unidad Foxconn en China 30% tras una serie de suicidios en su planta.
El dólar llegó a avanzar hasta 0,9%, a 91,78 yenes -su máximo desde el 20 de mayo-, luego de conocerse la noticia de la renuncia de Hatoyama.
"El mercado podría adoptar una posición cautelosa por la posibilidad de que el gobierno avance para restringir la fortaleza del yen, porque Kan ha exhibido su preferencia por un yen más débil", dijo Masafumi Yamamoto, estratega en jefe de operaciones cambiarias de Barclays Capital en Japón.
"Pero dado que no hay señales de que los líderes empresariales se hayan quejado con el gobierno actual por un yen más fuerte, la posibilidad de una intervención cambiaria sigue siendo muy baja", explicó Yamamoto.
Volatilidad del euro. El euro alcanzó brevemente los 1,2263 dólares, impulsado por su ganancia contra un yen débil. Pero más tarde volvía a retroceder hacia 1,2205 dólares luego de que un reporte indicó que el miembro del directorio del Banco Central Europeo Christian Noyer dijo que el valor del euro contra el dólar no era inusualmente baja.
El martes el euro tocó un mínimo en cuatro años a 1,2110 dólares luego de la advertencia del BCE sobre una nueva ola de pérdidas bancarias.
Operadores indicaron que la presión de venta sobre el euro posiblemente continuará debido a que el mercado está adoptando una mayor confianza en que la economía estadounidense y su sistema bancario están en mucha mejor forma que los de Europa.