Las bolsas asiáticas excluida la japonesa subieron un 0,7% y se acercaron a un máximo de dos años, aunque los volúmenes de operaciones eran pequeños. La caída del dólar en tanto, empujó al yen y llevó al índice bursátil Nikkei a terreno negativo, manteniendo a los operadores en alerta.
Hong Kong. Expectativas de que la Reserva Federal está más cerca de imprimir dinero para respaldar a la economía de Estados Unidos impulsó este miércoles a las acciones y a los bonos, mientras que el dólar tocó un mínimo de seis semanas contra el euro.
El oro estaba cerca de los US$1.300 por onza, tras haber tocado un máximo histórico luego de un comunicado en el que la Fed dijo que está lista si es necesario para agregar estímulos y que la inflación está por debajo del nivel en el que le gustaría que estuviera.
Las bolsas asiáticas excluida la japonesa subieron un 0,7% y se acercaron a un máximo de dos años, aunque los volúmenes de operaciones eran pequeños.
Los comentarios de la Fed incrementaron la posibilidad de que pueda comprar bonos del tesoro, lo que hizo subir los precios de los bonos soberanos.
La perspectiva de un estímulo cuantitativo, una expansión del suministro de dinero, también avivó las expectativas de que los inversores tendrán acceso a través de préstamos a fondos más baratos para comprar activos más riesgosos, como las acciones.
La caída del dólar empujó al yen y llevó al índice bursátil Nikkei a terreno negativo, manteniendo a los operadores en alerta por cualquier señal de que Japón estuviera interviniendo en los mercados cambiarios otra vez para frenar la apreciación de su moneda.
El primer ministro Naoto Kan dijo que una intervención en los mercados de divisas podría ser "inevitable" si había un cambio drástico en la moneda. También declaró al diario Financial Times en una entrevista que su Gobierno planeó un paquete de medidas para reforzar la demanda doméstica y ayudar a que el yen se debilite.
El dólar retrocedía un 0,2% contra el yen, a 84,92 yenes, apenas por encima de donde los operadores pensaban que el banco central japonés podría soportarlo.
Las autoridades japonesas intervinieron en los mercados cambiarios el miércoles último para debilitar al yen, por primera vez desde el 2004, pero el dólar se ha encontrado con una presión vendedora por parte de los exportadores cerca del nivel de 86 yenes. El gobierno no ha vuelto a intervenir desde entonces.
El euro trepó hasta un máximo de US$1.310, su nivel más alto desde el 6 de agosto.
"Dudo de que el mercado de marcha atrás con sus ventas de dólares por ahora hasta que los datos económicos de Estados Unidos comiencen a mejorar", dijo Greg Gibbs, estratega de cambios de Royal Bank of Scotland en Sidney.
El índice Nikkei de la bolsa de Tokio terminó la sesión con un descenso del 0,37%, aunque acumula un alza de alrededor del 8 por ciento en lo que va de septiembre.
El índice MSCI de acciones asiáticas no japonesas estaba en su nivel más alto desde el 15 de abril, y ha ganado un 10% en lo que va del mes.
El oro al contado subía un 0,3%, a US$1.290,35 por onza, tras haber alcanzado más temprano un récord a US$1.291,85. Con las economías avanzadas más propensas a imprimir dinero fresco, los inversores consideran al metal precioso como un seguro ante la futura inflación.