El índice CSI300 de las mayores compañías cotizadas en Shanghai y Shenzen terminó con un subida del 2% a 3.361,56 puntos, mientras que el índice general Shanghai repuntó también un 2% a 3.186,41 unidades.
Las bolsas chinas lograron finalizar la sesión del viernes con una ganancia del 2% después de que las autoridades chinas decidieran suspender el mecanismo de interrupción de negociación en bolsa en un intento por calmar a los inversores.
El índice CSI300 de las mayores compañías cotizadas en Shanghai y Shenzen terminó con un subida del 2% a 3.361,56 puntos, mientras que el índice general Shanghai repuntó también un 2% a 3.186,41 unidades.
No obstante, las bolsas chinas han perdido en torno a un 10% durante la primera semana de 2016, en lo que ha sido el peor comportamiento semanal desde el batacazo que sufrieron el verano pasado.
El jueves, el supervisor de los mercados chinos anunció la suspensión del mecanismo automático de interrupción de la negociación tan sólo cuatro días después de haberlo introducido, diciendo que no había funcionado según lo previsto y que había causado más perjuicios que beneficios.
Analistas dijeron que esta decisión devolvió actividad a los mercados.
"El mercado ha vuelto a la normalidad. Los inversores pueden comprar y vender a su antojo", dijo Tian Weidong, analista de Kaiyuan Securities.
"Con el mecanismo de interrupción automática, el mercado estaba estrangulado", añadió.
La mayoría de las acciones que cotizan en los mercados chinos lograron anotarse ganancias el viernes, lideradas por las subidas del sector de materias primas, que repuntó más de un 6 por ciento, y las compañías del sector energético, que se revalorizaron un 5%.
Analistas atribuyeron la recuperación en estos sectores a los esfuerzos de Pekín por reducir el exceso de capacidad en un movimiento que inversores creen que desembocará en una consolidación de la industria y beneficiará a los grandes actores del sector.