El índice paneuropeo FTSEurofirst cerró con una baja de un 0,1%, a 1.100,84 unidades, manteniéndose dentro del rango de 30 puntos establecido a mediados de septiembre.
Londres. Las acciones europeas cerraron con leves bajas este miércoles por las preocupaciones en torno a España, foco de la crisis de deuda en la región, y la desaceleración del crecimiento global, lo que mantuvo a los índices bursátiles dentro de los rangos de movimiento recientes.
El índice paneuropeo FTSEurofirst cerró con una baja de un 0,1%, a 1.100,84 unidades, manteniéndose dentro del rango de 30 puntos establecido a mediados de septiembre, cuando se frenó el repunte disparado por los estímulos dispuestos por los bancos centrales del mundo.
Mientras el mercado espera que España solicite un rescate financiero, los inversores siguieron reacios a asumir un compromiso más fuerte en las bolsas.
Los inversores continuaron reduciendo su exposición a bancos, cuyas acciones han caído un 3% en los últimos cinco días. También cayeron los títulos de las compañías mineras, a causa de las preocupaciones por el crecimiento global.
El más reciente índice global de gerentes de compra sugirió que las medidas agresivas que tomaron bancos centrales a lo largo de los últimos dos meses aún no han convencido a los consumidores para que comiencen a gastar otra vez.
Los datos provenientes de Estados Unidos mostraron que el ritmo de crecimiento en el sector servicios aumentó en septiembre al acelerarse los nuevos pedidos, aunque el empleo -un componente vital para una recuperación sostenida- se enfrió.
La renuencia de los consumidores y las compañías a comenzar a gastar se vio reflejada en noticias de algunas firmas.
Las acciones de Tesco, el mayor minorista británico, perdieron un 2,6% tras pagar el precio de frenar el declive de sus ventas con una merma de sus utilidades de más del 10% en el primer semestre, la primera en 20 años.
Los títulos de su par francés Carrefour retrocedieron un 1,4%.
Las acciones energéticas estuvieron entre las que sufrieron más pérdidas, cayendo a la par de los precios del petróleo por la preocupación creciente en torno a la demanda de crudo. Los títulos de Total bajaron un 0,8% y los de Repsol un 0,9%.