La nueva propuesta de bienestar social tenía como objetivo aumentar el apoyo popular necesario para una reelección en 2022, pero Bolsonaro no pudo llegar a un acuerdo sobre el financiamiento con el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien está luchando por controlar el déficit presupuestario de Brasil.
Brasilia. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo este martes que estaba desechando los planes para un nuevo programa de bienestar social llamado Renda Brasil y que mantendrá el esquema de transferencias de dinero condicionadas Bolsa Familia, que iniciaron los gobiernos de izquierda.
La nueva propuesta de bienestar social tenía como objetivo aumentar el apoyo popular necesario para una reelección en 2022, pero Bolsonaro no pudo llegar a un acuerdo sobre el financiamiento con el ministro de Economía, Paulo Guedes, quien está luchando por controlar el déficit presupuestario de Brasil.
"Está prohibido hablar de Renda Brasil en mi gobierno hasta el 2022. Seguiremos con Bolsa Familia y eso es todo", dijo el presidente en un video publicado en sus cuentas de redes sociales.
Bolsonaro se comprometió a no recortar nunca las prestaciones sociales para jubilados o discapacitados, una medida propuesta por el equipo de Guedes como forma de financiar el nuevo programa Renda Brasil.
Bolsa Familia, el exitoso programa de seguridad social del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, se mantendrá por ahora, dijo Bolsonaro.
El desacuerdo con Guedes sobre el financiamiento de Renda Brasil significó que el plan presentado por Bolsonaro no fue incluido en la propuesta de presupuesto 2021 enviada al Congreso el mes pasado.
Los pagos de emergencia para complementar los ingresos perdidos de las familias pobres y los trabajadores del sector informal durante la pandemia del coronavirus han ayudado a elevar la popularidad de Bolsonaro, a su nivel más alto desde que asumió el cargo el año pasado, especialmente en el noreste menos desarrollado de Brasil, que durante mucho tiempo fue un bastión de la izquierda.
Bolsonaro ha extendido los pagos hasta el final del año, pero tuvo que reducirlos a 300 reales al mes desde 600 reales debido a las preocupaciones fiscales planteadas por Guedes.
