El llamado Plan Real fue lanzado el 1 de julio de 1994 por el entonces presidente Itamar Franco (1992-1994).
Río de Janeiro. Brasil acumuló una inflación del 359,89% desde la entrada en circulación del real, la moneda que conmemora veinte años y que surgió con la entrada en vigor de un plan de estabilización que puso fin a décadas de hiperinflación.
El llamado Plan Real fue lanzado el 1 de julio de 1994 por el entonces presidente Itamar Franco (1992-1994) y su éxito permitió que el entonces ministro de Hacienda, Fernando Henrique Cardoso, fuera elegido jefe de Estado tres meses después con el 54% de los votos y sin necesidad de disputar una segunda vuelta.
El programa de ajuste redujo inmediatamente la inflación desde el 46,12% en junio de 1994, mes anterior a su entrada en vigor, hasta el 6,08% en julio, su primer mes de vigencia, y, en general, de los índices cercanos al 50% mensual en el primer semestre de 1994 a tasas promedio del 0,70% mensual en el primer semestre de este año.
Pese a que la inflación ha acumulado en los veinte años de vida del real un 359,89%, ese índice es catorce veces inferior al 5.153,50% de inflación medida entre julio de 1993 y junio de 1994, es decir en el último año antes de que comenzara a circular la nueva moneda.
La subida de los precios en los últimos veinte años, sin embargo, redujo el valor relativo del real. Hoy es necesario pagar 100,00 reales (unos US$45,5) por lo que hace veinte años costaba 20.00 reales (unos US$9).
Según datos del Departamento de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos de los Sindicatos, el precio del kilo de carne saltó desde 3,21 reales (US$1,45 al cambio actual) en 1994 hasta 19,54 reales este año (US$8,87).
Pese a ello el poder de compra de la población aumentó en los últimos veinte años debido a que la renta promedio del trabajador fue elevada en un 426% en el mismo período, según el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
La renta promedio mensual de un trabajador brasileño saltó desde 382,73 reales (US$174) en 1994 hasta 2.013,50 reales (US$908) en 2014, de acuerdo con el IBGE. El salario mínimo legal, por su parte, saltó más de un 1.000%, desde 64,79 reales (US$29,4 al cambio actual) en 1994 hasta 724,00 reales (US$328) en 2014.
El aumento de la renta y la reducción del desempleo fueron precisamente dos de los factores que impulsaron la economía brasileña en los últimos años, gracias a la entrada en escena de una nueva clase media con poder de consumo.
Según el gobierno, en los últimos 12 años, 36 millones de brasileños engrosaron la clase media, que ahora representa el 54% de la población del país.
Pero en el momento en que se conmemoran los 20 años del real, el gobierno está en alerta por la posible salida del control de la inflación.
Ello debido a que el índice de precios acumuló en los últimos 12 meses, hasta mayo, un 6,37% y se aproximó al techo máximo tolerado por el Gobierno de Dilma Rousseff, que es el 6,5%.
Los analistas del mercado financiero consultados la semana pasada por el Banco Central proyectaron para este año una inflación del 6,46 %, casi en el límite.
Para combatir los precios, el Banco Central viene elevando gradualmente los intereses, hasta situarlos en el 11% anual, su mayor nivel desde que Rousseff asumió el mandato, el 1 de enero de 2011.