El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff busca evitar que la crisis global descarrile el auge económico de Brasil, que ha sacado a más de 25 millones de personas de la pobreza durante la última década.
Brasilia. Brasil actuó con agresividad este jueves para escudar a su economía de una eventual profundización de la crisis financiera, revelando una serie de medidas para impulsar el consumo y la inversión en el país más grande de América Latina.
El anuncio se produce un día después de que el Banco Central de Brasil recortara las tasas de interés por tercera vez consecutiva para estimular el crédito, citando un aumento de los temores al impacto de la crisis de deuda de la zona euro sobre la economía brasileña.
Los mercados financieros subían tras las medidas. El índice de acciones Bovespa ganaba más del 2% y la moneda brasileña, el real, ganaba más de un 1%. Las acciones del operador bursátil BM&FBovespa saltaron más de un 7% y los títulos de empresas minoristas también subieron.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff busca evitar que la crisis global descarrile el auge económico de Brasil, que ha sacado a más de 25 millones de personas de la pobreza durante la última década y convertido al país en una potencia económica emergente.
"No permitiremos que la crisis global contamine a la economía brasileña", sostuvo el ministro de Hacienda, Guido Mantega, en una conferencia de prensa en Brasilia, agregando que las medidas pretenden asegurar que la economía brasileña parta el 2012 al alza y crezca un 5% el próximo año.
Las medidas, que comenzarán a regir de inmediato, incluyen un amplio rango de herramientas, desde las compras de acciones y bonos hasta exenciones tributarias a bienes manufacturados domésticos.
Entre otras se incluye:
-Eliminación del impuesto IOF sobre las compras extranjeras de acciones brasileñas.
-Eliminación del impuesto IOF sobre las compras extranjeras de bonos corporativos con vencimientos de más de cuatro años.
-Reducción del impuesto IOF a los préstamos personales a un 2,5% desde un 3% anual.
-Reducción del impuesto industrial IPI sobre los electrodomésticos de línea blanca, tales como refrigeradores, congeladores, lavadoras y cocinas.
-Devolución del impuesto de 3% para exportadores de bienes industriales.
-Eliminación de un impuesto a las pastas, harina y pan.
Analistas dijeron que las medidas podrían ser insuficientes para enfrentar una desaceleración más profunda si las grandes economías se desploman.
"Si las cosas van de mal en peor en el mundo desarrollado, entonces pequeñas medidas tributarias no van necesariamente a compensar el impacto del mercado", dijo David Rees, economista de mercados emergentes en Capital Economics.
El pronóstico de Mantega de crecimiento económico para el próximo año de un 5% también fue recibida con escepticismo.
"Cinco por ciento está fuera de mi radar", dijo Mauricio Rosal, economista jefe de Raymond James en Brasil. "Si la economía crece 3,5%, 3% a 3,5%, eso es bueno", agregó.
Mantega indicó que las medidas probablemente costarán más de 1.000 millones de reales (US$560 millones) en menores ingresos tributarios el próximo año. Sin embargo, destacó que mientras la economía gana impulso, la recaudación de impuestos en otras áreas podrían compensarlo.
Economía en desacelaración. Brasil introdujo medidas similares tras la crisis del 2008, recortando los impuestos a los electrodomésticos y otros artículos de línea blanca para impulsar el consumo interno. Tales medidas ayudaron al país a salir de la recesión rápidamente en el 2009 y alcanzar una fuerte expansión del 7,5% en el 2010, la tasa de crecimiento más alta en 24 años.
Pero eso generó inflación, la que cerró el 2010 en su máximo de seis años y se ha acelerado hasta más del 6,5%, que es el techo del rango meta de este año.
Mantega intentó minimizar las preocupaciones de que las nuevas medidas puedan presionar a los precios de nuevo, un temor perenne en un país con una larga historia de brotes inflacionarios.
"El Gobierno nunca dejará que la inflación regrese", aseguró. "A fines de este año, tendremos menores tasas y el próximo año, ya está garantizado que tendremos menos inflación", agregó.
También advirtió que el Gobierno podría resucitar las medidas tributarias si los flujos especulativos inundan al país y elevan la moneda, que tocó un máximo de 12 años este año.