La votación sobre la impopular medida para reformar el sistema de seguridad social, visto como crucial para reducir el déficit fiscal, fue pospuesta para febrero de 2018 tras no alcanzar respaldo suficiente en el Congreso.
Brasilia. El ministro de Hacienda de Brasil se reunirá el jueves con las principales agencias de calificación de riesgo, en momentos en que el Gobierno lucha por evitar una rebaja en la nota soberana debido a crecientes dudas de que su propuesta de reforma a las pensiones pueda frenar el alza de la deuda pública.
Una votación sobre la impopular medida para reformar el sistema de seguridad social, visto como crucial para reducir el déficit fiscal, fue pospuesta para febrero de 2018 tras no alcanzar respaldo suficiente en el Congreso. Legisladores han advertido que llevar el espinoso tema antes de las elecciones del próximo año reduciría las probabilidades de aprobación.
Henrique Meirelles dijo en una entrevista radial que le dirá a las agencias que el retraso hasta febrero no significa que la reforma no será aprobada. El ministro aseguró que sería "razonable" para las calificadoras esperar hasta que la medida sea votada antes de decidir una posible rebaja en la nota.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, afirmó este lunes que sería difícil pasar la reforma si el proyecto no es aprobado en el segundo mes del próximo año. La primera votación fue retrasada la semana pasada y puesta en agenda para el 19 de febrero tras el receso por las festividades desde Navidad hasta el Carnaval.
La actual versión del proyecto ahorraría 480.000 millones de reales (US$146.000 millones) en 10 años, según estimaciones oficiales, menos que los 800.000 millones de reales (US$242.896 millones) del plan original, antes de que se hicieran concesiones para intentar lograr la aprobación.
El sistema de pensiones de Brasil, que es especialmente generoso con los empleados del sector público, es la principal causa de un enorme déficit presupuestario que le costó a la mayor economía de América Latina su preciado grado de inversión hace dos años.
Los inversores temen que no optimizar la seguridad social podría debilitar la recuperación de Brasil de una profunda recesión, lo que obligaría al Banco Central a subir las tasas de interés desde un mínimo histórico y generar nuevas rebajas en las notas soberanas en 2018.