Aún así, los legisladores advirtieron que Temer debe usar parte de su nuevo capital político en medidas para elevar los ingresos impositivos o en una nueva meta presupuestaria para 2017 que sea menos ambiciosa.
El Congreso de Brasil podría reabrir las puertas a una modesta reforma del sistema de pensiones tan pronto como en octubre, dijeron legisladores antes de volver el jueves a sus labores habituales después que votaron en contra de un juicio por corrupción contra el presidente Michel Temer.
Aún así, los legisladores advirtieron que Temer debe usar parte de su nuevo capital político en medidas para elevar los ingresos impositivos o en una nueva meta presupuestaria para 2017 que sea menos ambiciosa.
Lo que decida podría enfrentarlo rápidamente contra aliados e incluso erosionar la confianza del mercado en su agenda de austeridad.
Desde mayo, la incertidumbre respecto a si Temer sería destituido del cargo y juzgado por el Supremo Tribunal Federal paralizó las negociaciones para una reforma de pensiones planeada, piedra angular del plan del presidente para reducir el déficit presupuestario de Brasil.
El fiscal general Rodrigo Janot acusó a Temer el mes pasado de aceptar sobornos de la procesadora de carne JBS SA, lo cual él niega. El Congreso votó el miércoles por impedir que esa acusación pase a la Corte Suprema, pero Janot podría sumar cargos adicionales al caso.
El Gobierno, envalentonado por la votación el miércoles de 263 contra 227, ahora quiere reanudar las negociaciones con legisladores a comienzos de la próxima semana y está tratando de determinar el nivel de apoyo a la propuesta, dijo a Reuters una fuente gubernamental que solicitó el anonimato.
Algunos están escépticos de que pueda ser aprobado un proyecto de ley de reforma a las pensiones incluso menos riguroso, pues estiman que la oportunidad para una reforma de pensiones podría haber terminado antes de las elecciones generales del próximo año.
El riesgo de que los fiscales presenten nuevos cargos contra Temer también podría oscurecer el panorama.