El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, dijo en una conferencia de prensa que el Gobierno congelaría 42.100 millones de reales (US$13.480 millones) del gasto para cumplir su meta de déficit presupuestario primario de 139.000 millones de reales. Funcionarios del Gobierno esperaban inicialmente que el congelamiento fuera de unos 30.000 millones de reales.
El gobierno de Brasil decretó el miércoles un congelamiento del gasto mayor que lo previsto y mantuvo las alzas de impuestos en un nivel mínimo, en un intento por cumplir una meta de déficit fiscal clave para recuperar el grado de inversión del país.
El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, dijo en una conferencia de prensa que el Gobierno congelaría 42.100 millones de reales (US$13.480 millones) del gasto para cumplir su meta de déficit presupuestario primario de 139.000 millones de reales. Funcionarios del Gobierno esperaban inicialmente que el congelamiento fuera de unos 30.000 millones de reales.
Meirelles dijo que el congelamiento fue mayor que lo esperado debido a que el Gobierno decidió suspender temporalmente planes para corregir el cálculo de las deudas mantenidas del gobierno federal, que le habrían ahorrado unos 8.700 millones de reales.
El ministro agregó que el Gobierno pondría fin a las exenciones tributarias a las nóminas de pagos de decenas de sectores, lo que le generaría a la administración casi 5.000 millones de reales en ingresos. Refirió que las compañías de transporte de pasajeros urbanas, de ferrocarriles y metro, así como las de comunicaciones y construcción, que son grandes empleadores, mantendrían el beneficio.
El presidente Michel Temer, quien enfrenta la presión de sus aliados en el Congreso y de grupos de negocios para adoptar reformas procrecimiento que saquen a la economía de una profunda recesión, escogió mantener las alzas de impuestos en un nivel mínimo.
Temer emitirá un decreto que pondrá fin a las exenciones tributarias, pero la medida requiere la aprobación del Congreso para entrar en vigor. Meirelles dijo que espera que las exenciones tributarias se eliminen a comienzos del segundo semestre del año.
Algunos legisladores de la alianza de Temer de más de 12 partidos han advertido que la eliminación de las exenciones impositivas sobre las nóminas, que cuestan al Gobierno unos 18.000 millones de reales al año, enfrentarán resistencia.
Algunas de las compañías más grandes de Brasil se han beneficiado de las exenciones tributarias, incluidas la procesadora de carne de pollo BRF SA, la productora de celulosa Fibria y el fabricante de aviones Embraer, según una nota de investigación de Merrill Lynch.
Esos enormes beneficios tributarios y años de un fuerte gasto provocaron el deterioro de las cuentas fiscales de Brasil, lo que ayudó a empujar a su economía a su peor recesión en un siglo.