La presidenta Dilma Rousseff ha exigido que los ministerios y las empresas estatales aceleren sus inversiones en el segundo semestre, dado que una serie de estímulos por el lado de la demanda todavía tienen que tener efecto.
Brasilia. Brasil planea desembolsar los primeros 10.000 millones de reales (US$5.010 millones) de una masiva inyección de capital para el banco de desarrollo estatal BNDES tan pronto como el próximo mes, dijeron tres fuentes gubernamentales a Reuters, en otro paso que apunta a reactivar las inversiones.
La presidenta Dilma Rousseff ha exigido que los ministerios y las empresas estatales aceleren sus inversiones en el segundo semestre, dado que una serie de estímulos por el lado de la demanda todavía tienen que tener efecto y apoyar a una economía que podría crecer menos del 3% este año, dijeron las fuentes.
La administración de Rousseff quiere usar al Bndes, el mayor banco de desarrollo del hemisferio, como punta de lanza en la ofensiva para elevar las inversiones en sectores clave como infraestructura.
"El presidente nos ha dicho qué se necesita hacer (en inversiones). Necesitamos ejecutar el plan rápidamente", dijo un alto funcionario, que a menudo habla sobre la política económica con Rousseff. "Necesitamos incrementar la velocidad, para agilizar más el proceso", añadió.
El Gobierno mantiene oficialmente una meta de crecimiento económico del 4,5%, aunque los economistas consultados semanalmente por el Banco Central son menos optimistas, con una mediana de estimaciones de una expansión del 2,99%, solo un poco más que el 2,7% del año pasado.
Desde el inicio del 2012, autoridades de Gobierno como el ministro de Hacienda, Guido Mantega, han pedido más inversiones.
Sin embargo, funcionarios admitieron que la tasa de inversión decepcionó en el primer trimestre.
El Gobierno tiene 45.000 millones de reales destinados para que el BNDES mejore el crédito subsidiario este año con el fin de elevar la inversión corporativa. El Gobierno tiene el resto del año para desembolsar todo o parte de ese dinero.
El crédito más barato para las empresas irá a la par de un mayor gasto de los ministerios y de las gigantes estatales como Petrobras y Eletrobras, dijeron los funcionarios. La idea es que otras compañías privadas eleven la inversión para cumplir con la demanda del sector público.
La anémica inversión ha sido un enorme lastre para la economía de Brasil, que está en riesgo de caer en un nuevo periodo de mediocre crecimiento mientras los consumidores están cada vez más sobreendeudados y las empresas enfrentan el llamado infame "costo de Brasil": una combinación de altos impuestos, gran burocracia y cuellos de botella en infraestructura.
La inversión equivale a cerca del 19% del PIB por año, bastante por debajo del 45 por ciento de China y del 35% de India.
En todo caso, elevar el gasto público de Brasil es un desafío en sí mismo. La burocracia, un antiguo sistema legal y la falta de mano de obra capacitada han frenado el ritmo de la inversión.
Los 10.000 millones de reales que se espera que sean transferidos al BNDES en junio serán la primera inyección de recursos del año, dijeron funcionarios. El Tesoro nacional planea emitir deuda local para recaudar ese dinero.
Solo entre el BNDES y el programa clave de infraestructura del Gobierno, conocido como PAC, hay casi 200.000 millones de reales para gastar este año. Las compañías estatales tienen 107.000 millones en sus presupuestos este año.
