El Banco Central dijo que el superávit primario fue el año pasado de 104.951 millones de reales (US$53.000 millones), lo que equivale al 2,38% del Producto Interno Bruto (PIB).
Brasilia. Brasil no logró cumplir su meta de superávit primario del 2012, como lo esperaba el mercado, lo que multiplica las dudas sobre el real compromiso del gobierno con las políticas de disciplina fiscal que ayudaron al país a mantener una década de estabilidad económica.
El Banco Central dijo que el superávit primario fue el año pasado de 104.951 millones de reales (US$53.000 millones), lo que equivale al 2,38% del Producto Interno Bruto (PIB).
La cifra está muy por debajo del objetivo oficial de 139.800 millones de reales (US$70.000M), o un 3,1% del PIB.
Funcionarios del gobierno llevaban meses advirtiendo que el país no cumpliría con la meta oficial tras liberar miles de millones de dólares y usarlos en estímulos económicos.
Pero ante la falta de una reacción fuerte de la economía, el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff evalúa bajar el objetivo de superávit primario y usar esos fondos en inversión pública que impulse la actividad.
Brasil informó un superávit de 22.252 millones de reales en diciembre tras el déficit de 5.515 millones de reales en noviembre.
El superávit primario es un indicador que los inversores siguen con atención porque mide la capacidad de un país de cumplir con su deuda. Representa los ingresos menos los gastos antes de anotar el pago de intereses.
El Gobierno ha recurrido a métodos contables alternativos y a la liquidez de su fondo soberano para cumplir en el papel con su meta de superávit primario.
La legislación brasileña le permite al Gobierno excluir parte del gasto público de su cuenta, lo que le permite acercarse más al objetivo, pero algunos observadores extranjeros -como el Fondo Monetario Internacional- no reconocen esa metodología.