La economía más grande de Sudamérica necesita ver una deuda reducida, un mayor crecimiento económico y reformas estructurales continuas para recuperar la calificación de grado de inversión que perdió en 2015, dijo Livia Honsel, analista de S&P.
Brasilia. S&P Global Ratings podría impulsar la calificación soberana de Brasil si se confirma un recorte en su déficit como porcentaje del PIB, según una entrevista publicada este jueves con el analista principal de la firma de crédito para el país.
La economía más grande de Sudamérica necesita ver una deuda reducida, un mayor crecimiento económico y reformas estructurales continuas para recuperar la calificación de grado de inversión que perdió en 2015, dijo Livia Honsel, analista de S&P, a Folha de S.Paulo.
Eso llevará tiempo lograrlo, dijo, sin dar un plazo.
S&P califica la deuda en moneda extranjera de Brasil en BB-, tres niveles por debajo del grado de inversión. La agencia cambió su perspectiva a "positiva" desde "estable" este mes.
El déficit del sector público de Brasil se redujo a 1,27% del PIB en los 12 meses hasta octubre, su nivel más bajo en un año.
"Si se confirma esta reducción del déficit en los próximos trimestres, podría llevarnos a revisar la calificación a BB", dijo Honsel a Folha.
"Otra razón para subir la calificación sería acelerar el crecimiento con mayor fuerza y una deuda externa neta más baja", añadió.
La aprobación en el Congreso de una revisión del sistema de pensiones envió una buena señal a los inversores, pero aún se necesitan más reformas, dijo.
Los planes para la "reforma administrativa", que cambia las reglas para los nuevos empleados del sector público destinados a frenar los gastos federales, son esenciales, dijo.
Honsel también mencionó otorgarle al Banco Central de Brasil una mayor autonomía como una medida que debería llevarse a cabo en el corto plazo.
Cuando se le preguntó si S&P ve riesgo político debido a las críticas del presidente derechista Jair Bolsonaro a los medios y al ministro de Economía, Paulo Guedes, en el contexto de los disturbios en los países vecinos, evocando un decreto de la era de la dictadura para reprimir la disidencia, Honsel dijo que la firma toma más una vista macroeconómica.
"Puede haber un ruido político que interferirá un poco en la discusión, pero en general, tratamos de ver el conjunto y hacia dónde se dirige la economía", sostuvo.