La presidenta Dilma Rousseff acordó incrementar los impuestos conocidos como PIS y Cofins después que el gobierno anuncie un congelamiento del gasto de hasta 80.000 millones de reales (US$26.580 millones) esta semana.
El Gobierno brasileño planea una nueva ronda de alza de impuestos para cumplir su meta fiscal este año pese a los recientes esfuerzos para limitar el gasto público, dijo este lunes un funcionario con conocimiento de la decisión.
La presidenta Dilma Rousseff acordó incrementar los impuestos conocidos como PIS y Cofins después que el gobierno anuncie un congelamiento del gasto de hasta 80.000 millones de reales (US$26.580 millones) esta semana, aseguró el funcionario bajo condición de anonimato.
La fuente declinó comentar cuánto subiría cada impuesto o entregar una estimación de ingresos extras a las arcas fiscales. El PIS es una contribución obligatoria del empleador para fondos de ahorros, mientras que el Cofins es un tributo que ayuda a financiar el sistema de seguridad social.
El gobierno también considera elevar el denominado impuesto CSLL sobre los bancos del país para compensar las pérdidas en los ingresos resultantes de la reciente decisión del Congreso de diluir proyectos de leyes que contenían medidas de austeridad, afirmó el funcionario.
Brasil ya cuenta con una de las mayores cargas impositivas de América Latina. La decisión de aumentarla aún más revela cuán difícil ha sido restablecer el orden de las finanzas públicas.