La ampliamente esperada reducción en la tasa de referencia a un 11% viene en un día frenético en los mercados financieros.

Brasilia. Brasil recortó las tasas de interés en 50 puntos base por tercera vez consecutiva este miércoles, apostando que la crisis europea y una economía débil frenarán la inflación en el país.

La ampliamente esperada reducción en la tasa de referencia a un 11% viene en un día frenético en los mercados financieros, ya que los principales bancos centrales del mundo actuaron de manera conjunta para tirar un salvavidas mientras los bancos europeos enfrentaban una crisis crediticia que tenía reminiscencias de la crisis de 2008.

Las autoridades brasileñas han estado caminando por una delgada línea desde agosto, cuando el Banco Central sorprendió a los mercados al comenzar a recortar la tasa de referencia Selic a pesar de la inflación anual corriendo por encima del techo de la meta del gobierno de un 6,5%.

Pero el jefe del Banco Central, Alexandre Tombini, ahora parece profeta. Una crisis de deuda que empeora en Europa está nublando la economía mundial. La inflación está comenzando a ceder en Brasil, y los indicadores recientes muestran que la economía del país puede haberse contraído en el tercer trimestre.

"Para mitigar en este momento los efectos procedentes de un entorno global más restrictivo, un ajuste moderado a la tasa base es consistente con un escenario de convergencia de la inflación con la meta en 2012", dijo el organismo en un comunicado que reprodujo exactamente el lenguaje usado en su anterior anuncio.

El Comité de Política Monetaria del Banco Central, conocido como Copom, votó unánimemente para recortar la tasa de interés clave.

Los 32 analistas participantes en un sondeo de Reuters predijeron un tercer recorte consecutivo de 50 puntos base.

El alivio sigue una medida sorpresiva tomada por la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y los bancos centrales de Gran Bretaña, Canadá y Suiza para proveer liquidez adicional para apoyar el sistema financiero global.

Los mercados financieros mundiales repuntaron por la medida, la que vino después que los ministros de finanzas de la zona euro accedieran a subir el poder de fuego de su fondo de rescate, pero reconocieron que podrían tener que recurrir al Fondo Monetario Internacional por más ayuda.

China también recortó los requerimientos de reserva para los bancos el miércoles por primera vez en casi tres años para aliviar el freno de los créditos y apuntalar su economía.

CRISIS GOLPEA EN CASA

El Banco Central de Brasil ha buscado blindar su economía del desbarajuste global bajando las tasas de interés y aliviando restricciones sobre préstamos bancarios. El Banco recortó en 100 puntos base la tasa Selic antes de la decisión del miércoles.

Sin embargo, la crisis se está acercando a casa, con la producción industrial contrayéndose y los préstamos empezando a caer en picada. La cifra del Producto Interno Bruto del tercer trimestre, que se conocerá el martes, podría indicar una leve contracción.

Se espera que la economía de Brasil crezca 3,1 por ciento en 2011, de acuerdo a un sondeo semanal del Banco Central, por debajo de las expectativas iniciales de 4 por ciento y muy lejos de la tasa de crecimiento de 2010 de 7,5 por ciento, su ritmo más rápido en 24 años.

La porfiada alta inflación en Brasil permanece como un dolor de cabeza para el Gobierno de Dilma Rousseff, que trata de aislar a la economía de una desaceleración mundial que podría opacar su popularidad.

El Banco Central tiene una meta de inflación de 4,5 por ciento, mas o menos 2 puntos porcentuales, este año, pero el índice de precios de referencia IPCA rompió ese techo en abril.

Sin embargo, la inflación a 12 meses se desaceleró hacia mediados de noviembre a 6,69 por ciento. Tombini ha dicho reiteradamente que la tasa bajará más en los próximos meses, y el Banco Central prevé la tasa en un 6,4 por ciento para fin de año.

Tombini, economista educado en Estados Unidos, ha reiterado que "ajustes moderados" de la tasa Selic son consistentes con la inflación convergiendo a 4,5 por ciento en 2012.