En el mismo informe el gobierno elevó su proyección para la inflación en 2014 desde el 5,6% previsto hace dos meses hasta el 6,2%, una tasa próxima al techo máximo tolerado por el Ministerio de Hacienda (6,5%).
Río de Janeiro. El gobierno brasileño redujo su proyección para el crecimiento económico este año desde el 2,5% calculado hace dos meses hasta el 1,8% incluido en el Informe de Evaluación de Ingresos y Gastos divulgado este martes por el Ministerio de Planificación.
En el mismo informe el gobierno elevó su proyección para la inflación en 2014 desde el 5,6% previsto hace dos meses hasta el 6,2%, una tasa próxima al techo máximo tolerado por el Ministerio de Hacienda (6,5%).
De acuerdo con el Informe, que evalúa bimestralmente la coyuntura económica y el cumplimiento de las meas presupuestarias del gobierno, la revisión hacia abajo de la previsión para el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 2014 refleja los indicadores negativos divulgados en los últimos meses, principalmente para el crecimiento de la industria y de las ventas del comercio.
Pese a admitir por primera vez que la tasa de crecimiento de este año será menor al de 2013 y que la inflación se ubicará próxima al techo de la meta oficial, las proyecciones del Gobierno aún son más optimistas que las del mercado financiero.
Según una encuesta realizada la semana pasada por el Banco Central entre un centenar de economistas de instituciones financieras, los analistas del mercado prevén para este año un crecimiento del 0,97% y una inflación del 6,44%.
Los especialistas han reducido su proyección para el crecimiento durante ocho semanas consecutivas y por primera vez esperan una expansión por debajo del 1%.
Las proyecciones tanto del gobierno como de los analistas permiten prever para este año una desaceleración económica tras la ligera recuperación de 2013. Luego de haber registrado una expansión del 7,5% en 2010, el crecimiento de la economía brasileña fue del 2,7% en 2011, de sólo el 1,0% en 2012 y del 2,3% en 2013.
En cuanto a la inflación, la nueva proyección del gobierno permite prever una aceleración de los precios, tras la inflación del 5,91% medida el año pasado.