Excluyendo automóviles y materiales de construcción, el volumen de ventas en términos desestacionalizados cayó un 1% en mayo frente a abril, dijo el martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Las ventas minoristas de Brasil cayeron inesperadamente en mayo debido a que el creciente desempleo siguió perjudicando el consumo, mostraron el martes datos del Gobierno que sugieren que a la mayor economía sudamericana le llevará más tiempo salir de su peor recesión en décadas.
Excluyendo automóviles y materiales de construcción, el volumen de ventas en términos desestacionalizados cayó un 1% en mayo frente a abril, dijo el martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban un alza de 0,4%.
En la comparación interanual, las ventas cayeron un 9% en mayo frente a la expectativa de una baja de 6,15% arrojada en el sondeo de Reuters.
Seis de los ocho sectores cubiertos por el IBGE anotaron caídas, las más pronunciadas en muebles y artículos para el hogar, con bajas de 1,3%. No obstante, las ventas en supermercados -que representan casi la mitad del consumo- se mantuvieron estables desde abril.
Una medición más amplia de las ventas minoristas, que incluye a los automóviles y los materiales para la construcción, retrocedió un 0,4% frente a abril y se desplomó un 10,2% frente a mayo del 2015, dijo IBGE.
Una mejora reciente en la confianza de los consumidores había alentado la esperanza de que la economía de Brasil pueda estar cerca de un punto de inflexión en su grave recesión.
Aunque más de 11 millones de brasileños están desempleados, muchos consumidores se han sentido más optimistas sobre el futuro desde que la decisión en mayo de llevar a juicio político a la ex presidenta Dilma Rousseff incentivó a los mercados y fortaleció la moneda.
GPA SA, el mayor minorista de Brasil, reportó el martes un aumento del 5% en los ingresos netos del segundo trimestre, comparado con un año atrás.
La economía brasileña se contraería más de un 3% en 2016, por segundo año consecutivo. Con las tasas de interés en su mayor nivel en casi una década y la inflación todavía muy por encima de la meta oficial, el país no podría volver a la senda del crecimiento hasta el cuarto trimestre del 2017.
Las ventas probablemente se mantendrán débiles en los próximos meses, dado que el crédito sigue siendo escaso, el mercado laboral empeora y la confianza mejora pero lentamente, dijo José Francisco de Lima Gonçalves, economista jefe de Banco Fator en Sao Paulo.