La nueva medida, contenida en un decreto presidencial publicado este jueves en el diario oficial, extendió el IOF de 6% a préstamos en el exterior con plazos de hasta tres años.
Brasilia. Brasil tomó nuevas medidas este jueves para defenderse de lo que llama una "guerra cambiaria global", al extender un impuesto sobre operaciones financieras (IOF) a préstamos extranjeros con mayores plazos, en un intento por desacelerar el flujo de capital al país.
Los analistas afirmaron que es improbable que la medida tenga un gran impacto y el real se fortalecía a media sesión.
El Banco Central de Brasil también ha aumentado las intervenciones en el mercado cambiario últimamente, comprando dólares y vendiendo swaps cambiarios reversos en un intento por contener la valorización del real.
El real, considerado una de las monedas más sobrevaloradas del mundo, se ha fortalecido más de 8% en lo que va de 2012, lo que hace más difícil a la industria brasileña competir en casa y en el exterior.
El real valorizado es una de las principales preocupaciones de la presidenta Dilma Rousseff, quien está tomando medidas para proteger a la industria local mientras trata de asegurar un crecimiento económico superior al 4% este año.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, advirtió que era posible la adopción de nuevas medidas si el real continúa fortaleciéndose. Culpó a la política monetaria expansiva de los países ricos por el diluvio de capital que amenaza a las economías de mercados emergentes.
"El gobierno no se quedará parado mientras se desata la guerra cambiaria", dijo Mantega a periodistas en Brasilia. "El gobierno seguirá tomando medidas para impedir que el real se valorice y afecte a la producción brasileña", afirmó.
Rousseff, por su parte, criticó las políticas monetarias expansivas adoptadas por países desarrollados para enfrentar la actual crisis económica internacional.
"Estamos preocupados por el tsunami monetario" que algunos países están haciendo, dijo Rousseff en una ceremonia en Brasilia.
La nueva medida, contenida en un decreto presidencial publicado este jueves en el diario oficial, extendió el IOF de 6% a préstamos en el exterior con plazos de hasta tres años.
Previamente, las autoridades cobraban el impuesto cuando las empresas en Brasil tomaban préstamos en el exterior con plazos de hasta dos años.
Analistas cuestionaron la efectividad de la medida. A las 1538 GMT, el real se fortalecía 0,3%, cotizando cerca de 1,7139 unidades por dólar en una sesión volátil.
"Esto tendrá un efecto moderado sobre la moneda porque la emisión de deuda de empresas brasileñas ha sido mayormente superior a diez años", dijo Newton Rosa, economista de SulAmerica Investimentos en São Paulo. "Tienes mucha liquidez en los mercados y una menor aversión al riesgo", añadió.
El gobierno de Brasil tiene una larga historia de modificaciones del IOF para tratar de limitar o estimular el flujo de capital al país.
Posibles medidas. Las autoridades también están considerando reinstaurar el IOF sobre compras de acciones locales por parte de extranjeros, dijo una alta fuente del gobierno a Reuters el miércoles.
Otra opción sería usar el fondo de riqueza soberana de Brasil para comprar dólares en el mercado cambiario al contado, aunque el secretario del Tesoro, Arno Augustin, sugirió esta semana que es improbable que esa medida se aplique pronto.
También podría haber medidas más radicales en el horizonte.
Una posibilidad bajo consideración sería cobrar una tarifa sobre el capital que entre a Brasil disfrazado de inversión extranjera directa pero que finalmente acabe invertido en instrumentos financieros en vez de en la economía real, informó el periódico local Valor Económico el jueves, citando a fuentes gubernamentales no identificadas.
El diluvio de capital extranjero que fluye a los mercados emergentes subraya los desafíos que enfrentan los gobiernos de latinoamérica para impedir que monedas más fuertes afecten a sus economías.
El presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, dio la voz de alarma esta semana al decir que los inversores extranjeros están volviendo a activos de mercados emergentes para buscar mayores retornos a medida que mejora el panorama económico global.
Tombini reiteró que la autoridad monetaria está lista para intervenir en el mercado cambiario y en mercados de derivados cuando sea necesario.