Así lo indicó el presidente del Partido de los Trabajadores, José Eduardo Dutra, quien indicó que el propósito es cumplir con una ambiciosa meta de superávit presupuestario.
Brasilia. La candidata presidencial oficialista de Brasilpodría recortar el gasto público para cumplir una ambiciosa meta desuperávit presupuestario si es electa en octubre, dijo el viernes aReuters el jefe de su partido.
Dilma Rousseffcuenta con una amplia ventaja en las encuestas previas a la eleccióndel 3 de octubre sobre su principal adversario, el ex gobernador delestado de Sao Paulo José Serra del partido de centro PSDB.
"Ladisciplina fiscal no es propaganda electoral. Es un principio que semantendrá", dijo José Eduardo Dutra, presidente del gobernante Partidode los Trabajadores.
La disciplina fiscal delpresidente Luiz Inácio Lula da Silva se ha descuidado en el periodopre-electoral, dado que el superávit presupuestario primario en 12meses cayó al 2,07% del Producto Interno Bruto (PIB) enjunio, bien por debajo de su meta del 3,3% del PIB.
Elcomportamiento presupuestario se deterioró pese a la fuerte alza en losingresos fiscales luego de que el gobierno impulsara el gasto aún másrápido.
"El gobierno de Lula lo hizo en su primeraño y el gobierno de Dilma también lo hará", agregó Dutra en referenciaa las medidas de austeridad adoptadas al comienzo del primer periodo depresidencia de Lula.
Dutra no descartó que eleventual gobierno de Rousseff pueda crear impuestos a la exportación deminerales, como una manera de dar incentivos a las industriasmanufactureras con más valor agregado. Pero insistió en que esto sóloocurriría con consulta a la industria y no por decreto.
"Hay casos donde la tributación puede tener efectos positivos y casos donde no", dijo Dutra.
Un gobierno de Rousseff también impulsaría que la gigante petroleraestatal Petrobras aumente sus compras de servicios y equipos locales.
"Lapolítica de este gobierno y la del próximo, es que todo lo que seaposible se hará en Brasil", afirmó en referencia al abastecimiento dePetrobras.
Según críticos, la política depreferir proveedores locales infla los costos de Petrobras y ahoga lacompetencia. En algunas áreas, 60% de los contratos deabastecimiento son para proveedores domésticos.