Daniel Scioli, que actualmente gobierna la provincia de Buenos Aires -el principal distrito del país-, lidera la mayoría de las encuestas privadas de opinión.

Daniel Scioli, el principal candidato del peronismo oficialista para las elecciones presidenciales del 2015, dijo este miércoles que mantendrá los lineamientos centrales de la política económica intervencionista del Gobierno si llega al poder, aunque aplicará cambios paulatinos.

Scioli, que actualmente gobierna la provincia de Buenos Aires -el principal distrito del país-, lidera la mayoría de las encuestas privadas de opinión, aunque los analistas consideran que difícilmente podría imponerse en una segunda vuelta electoral que muchos creen que va a ser inevitable.

En busca de diferenciarse de los principales candidatos de la oposición, Mauricio Macri y Sergio Massa, que son muy críticos de las políticas regulatorias de los mercados de la actual presidenta Cristina Fernández, Scioli prometió cambiar sólo lo que considere necesario.

"En la Argentina van a debatirse dos alternativas, muy claras: la del cambio total, como proponen algunos, o lo que yo creo (...) sobre los logros alcanzados: cómo seguimos avanzando en el próximo capítulo, que es el capítulo del desarrollo", señaló Scioli durante un encuentro con corresponsales extranjeros.

Las regulaciones sobre los mercados de granos, la plaza cambiaria y los precios de bienes de consumo doméstico son algunas de las medidas más criticadas por opositores al Gobierno de Fernández.

Scioli ya adelantó que será precandidato por el oficialista Frente para la Victoria y para ello busca el apoyo de la actual mandataria, quien todavía no lo ha respaldado abiertamente porque el funcionario no es parte de su núcleo de confianza más íntimo.

Impulsado por las encuestas favorables, Scioli cree sin embargo que logrará ser el candidato del oficialismo.

"Yo busco ser el puente del recambio generacional entre una generación política y lo que se viene", dijo Scioli tras un encuentro protolocar con embajadores en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.

El funcionario, que nació en una acomodada familia de empresarios y es un ex campeón de motonáutica que siguió compitiendo pese a haber perdido un brazo en un accidente, fue vicepresidente del izquierdista Néstor Kirchner, el fallecido esposo y antecesor de Fernández.

En los gobiernos de Fernández y de Kirchner "hubo prioridades. La prioridad fue reconstruir el trabajo y el aparato productivo. Ahora sobre eso hay nuevas exigencias: la clase media, los trabajadores, que tenemos que interpretar", señaló.

Scioli -que es considerado una figura política de centro- prometió obras de infraestructura y una mayor industrialización del país, conjugando inversiones públicas y privadas.

Además, dijo que levantaría paulatinamente las restricciones cambiarias que actualmente impiden a la mayoría de los argentinos adquirir dólares libremente, en una medida que genera malhumor en gran parte de la clase media.

"Esta situación (de unos pocos argentinos que pueden comprar dólares) se va a ir ampliando y normalizando cada vez más en la medida que logremos reducir, con las inversiones en exploración y explotación, la necesidad de destinar dólares para importar combustible", dijo en alusión al déficit energético del país.

"En la medida en que se vaya descomprimiendo esa necesidad de destinar dólares para importar combustible vamos a tener más dólares para hacer fluir el aparato productivo", agregó.

La mayor parte de las encuestas muestran actualmente una leve ventaja de Scioli por sobre Macri y Massa, aunque aún lejos del 45% de los votos que necesitaría para alcanzar la presidencia en la primera vuelta de octubre del 2015.