"El BCE debe ir más allá en ejercer su rol de prestamista de último recurso", dijo Hollande. "Apoyar el crecimiento también debería ser parte del mandato del BCE", sostuvo.
Paris. El candidato socialista y favorito para la presidencia de Francia dijo el sábado que revisaría un tratado de presupuestos de la Unión Europea a fin de que incluya un impuesto a las transacciones financieras y bonos europeos comunes para financiar inversión en energía, educación y desarrollo urbano.
Francois Hollande ha hecho de la renegociación del pacto fiscal -firmado este mes por 25 líderes europeos- parte central de su campaña. El candidato dijo que quería cambiar el rol del Banco Central Europeo para darle un mandato más amplio destinado a estimular el crecimiento, no sólo para controlar la inflación.
"Hoy declaro solemnemente que renegociaré este tratado presupuestario para siempre, no sólo para Francia sino que para toda Europa", dijo Hollande durante una reunión de políticos socialistas de todo el continente.
"Este tratado (...) crea las condiciones para una crisis económica duradera", indicó.
Hollande dijo que un impuesto amplio sobre las transacciones financieras -denominado impuesto Tobin- debería aplicarse en toda Europa sobre un rango amplio de instrumentos financieros (incluyendo derivados) para pagar por proyectos de infraestructura y desarrollo.
El presidente Nicolas Sarkozy propuso un impuesto más acotado en Francia, principalmente sobre las operaciones sobre valores, y afirmó que esperaba inspirar a sus socios europeos para que lo imitase.
Sarkozy está segundo en los sondeos para la elección del 6 de mayo, detrás de Hollande por un margen amplio.
El candidato socialista dijo que el financiamiento para los proyectos de infraestructura podrían venir también de un aumento en los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y con un uso más completo de los fondos estructurales ya disponibles para países de la UE.
Hollande llamó también a aumentar la capacidad del fondo de rescate permanente de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), para que pueda acceder a la liquidez del BCE, como un banco ordinario.
El Gobierno de coalición de Alemania de la canciller Angela Merkel se ha opuesto a esa idea.
"El BCE debe ir más allá en ejercer su rol de prestamista de último recurso", dijo Hollande. "Apoyar el crecimiento también debería ser parte del mandato del BCE", sostuvo.
Hollande dijo que los nuevos fondos europeos destinados a estimular el crecimiento tenían que ser usados en alentar a los empobrecidos centros urbanos de todo el continente, con el objetivo de financiar la energía renovable y generar oportunidades para los europeos jóvenes, afectados por la actual crisis económica.