Últimamente las “casas de crédito”, que son firmas legalmente constituidas, pero que a diferencia de bancos, financieras y cooperativas no tienen supervisión de organismos de control como BCP, Incoop ni Seprelad, han experimentado una notoria expansión.
Asunción. Las casas de crédito aplican intereses que rondan entre el 90% y 100% de interés anual, según se desprende del monto de las cuotas que ofrecen al público en el mercado local. Si bien algunas ya incluyen gastos administrativos e impuestos, el monto cobrado a los clientes está muy por encima de lo que ofrecen las entidades reguladas en el sistema financiero y cooperativo, según análisis técnicos.
Últimamente las “casas de crédito”, que son firmas legalmente constituidas, pero que a diferencia de bancos, financieras y cooperativas no tienen supervisión de organismos de control como BCP, Incoop ni Seprelad, han experimentado una notoria expansión, debido al crecimiento de la demanda en este segmento de parte de usuarios que ya no tienen cabida en el sistema y dejaron de usar tarjetas de crédito.
En cuanto a los intereses, tomando como base un crédito de G. 1.000.000, en cualquiera de estas “casas”, las cuotas van de G. 122.000 a G. 134.000 (o más), pagaderos en 12 meses. Según los cálculos financieros en sistema francés, una cuota de 126.000 en 12 meses, arroja un interés anual del 84,17%. Si bien, algunos de los ejemplos incluyen los gastos administrativos e impuestos, la composición de la usura no se refiere únicamente al interés sino a los demás componentes de formación de ese crédito, según profesionales en la materia.
Claramente, las cuotas en las casas de crédito están muy por encima de las que se manejan en el sistema regulado (bancos/financieras) y en el sector cooperativo, que están entre G. 92.000 y G. 117.000 por millón, siempre a un plazo de 12 meses.
Consultado sobre el tema, Juan Vera, titular de la Asociación de Usuarios y Consumidores del Paraguay (Asucop), mencionó que estas entidades están cubriendo la demanda de personas que están fuera del sistema regulado, pero a un costo muy alto, y ante la necesidad del auxilio, las personas acceden por las facilidades que ofrecen y menos exigencias
No obstante, acotó que los casos de usura comprobada pueden ser denunciados en las oficinas de Defensa al Consumidor y que hay mecanismos penales que castigan el fraude financiero, y la micro estafa, y la usura es una de ellas.
Dijo también que los usuarios llamativamente casi no reportan este tipo de situaciones. Tal vez porque no saben realmente cuánto es el interés que se les cobra, o por temor al tedioso proceso en la justicia que normalmente tiene sus vueltas. Además, los fiscales se han convertido muchas veces en cómplices de las microestafas y no quieren actuar, lamentó.
En la Secretaría de Defensa del Consumidor (Sedeco) se reportan a diario denuncias a casas de créditos, pero a raíz de mecanismos de ofertas compulsivas. Los usuarios reportan a diario reclamos por ofertas de créditos que reciben por mensajes de textos, llamadas, correos, etc. En estos casos, Sedeco ha intervenido para comunicar a las firmas denunciadas la situación y pedir la exclusión de usuario de la base de datos.