El economista en jefe de Barclays para México, Marco Oviedo, explica que el “magro” desempeño de la economía en el último trimestre, de 0,7%, implica que la economía no creció, pues la demanda externa sigue siendo débil, lo mismo que la doméstica.
El débil desempeño de la economía mexicana en el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto limitará la capacidad de crecimiento para este 2014, coinciden analistas internacionales.
De entrada, motivó una reducción de la expectativa para el Producto Interno Bruto (PIB) de este año que tenía Barclays, que pasó de 3,7 a 3%.
En conversación, el economista en jefe de la firma para México, Marco Oviedo, explica que el “magro” desempeño de la economía en el último trimestre, de 0,7%, implica que la economía no creció, pues la demanda externa sigue siendo débil, lo mismo que la doméstica.
“Vimos ya que la confianza del consumidor está en niveles cercanos a los que teníamos en la crisis del 2009. Y ahora nos falta ver los efectos de los nuevos impuestos en el ánimo de los empresarios y consumidores y de la demanda externa afectada por el mal tiempo de Estados Unidos”, precisa.
Desde Nueva York, el economista senior para América Latina en Goldman Sachs, Alberto Ramos, sostuvo su pronóstico de crecimiento en 3,3% para este año, pero anticipa que tiene un importante riesgo a la baja.
De acuerdo con él, podría deteriorarse el escenario de crecimiento si convergen tres fenómenos: el endurecimiento en la oferta crediticia, la erosión de la confianza al consumidor y las presiones inflacionarias.
Pone de relieve “la grave recesión del sector de la construcción que privó el año pasado” y el lento desempeño del sector terciario, es decir los servicios.
Omiten ciclo político. Aparte, desde Filadelfia, el director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, comenta que la profundidad de la desaceleración en el primer año de gobierno tomó por sorpresa a la administración, por no tener en cuenta el ciclo político.
“México ha logrado evitar las famosas crisis de fin de sexenio, pero aún no logra escapar de la tradicional desaceleración del inicio de cada gobierno”, refiere.
Considera que una forma en que el país podría lograr una trayectoria de crecimiento más estable, sin tanta volatilidad sexenal, es tomar medidas para reducir los efectos negativos de la transición.
Sorprendería crecimiento. En un análisis, el economista en jefe para México del Deutsche Bank, Alexis Milo, dijo que el resultado del PIB en el 2013 no cambia en nada su pronóstico de crecimiento para este año de 3,3%.
Consideró que hay tres fuentes potenciales de crecimiento, cuyo desempeño puede ser incierto, pero que de coincidir motivarían una revisión a la alza en su previsión de crecimiento.
Se trata de la recuperación de Estados Unidos, un sólido impulso a la infraestructura, sobre todo en el sector de la construcción, y un más dinámico financiamiento al consumo y la producción, detonado por la reforma financiera en funciones.
* Vea además en ElEconomista: Termina economía mexicana con debilidad en el 2013