El impulso que comienza a tomar la región se debe, en parte, al repunte en los precios de las materias primas y un aumento del comercio a nivel mundial, destacó Alicia Bárcena en el Reuters Latin American Investment Summit.
La economía de América Latina crecería un 2% en el 2018, el doble de la expansión prevista para este año, empujada por un mayor dinamismo de México, Brasil y Argentina, dijo la secretaria ejecutiva de la Cepal.
El impulso que comienza a tomar la región se debe, en parte, al repunte en los precios de las materias primas y un aumento del comercio a nivel mundial, destacó Alicia Bárcena en el Reuters Latin American Investment Summit.
"Si nuestro promedio de crecimiento para la región es de 1,1% (en 2017), el próximo año es de 2% y seguramente va ser mucho jalado por las grandes economías, como México, Brasil y Argentina", dijo Bárcena desde su oficina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en Santiago.
No obstante, admitió que el bajo crecimiento esperado para este año -tras dos años de contracción- se reflejará en una tasa de desempleo urbano del 9,4% en el 2017, mayor al pronóstico previo y 0,5 puntos porcentuales más que en el 2016.
En la mayor tasa de desempleo influye el menor aporte de la Inversión Extranjera Directa (IED), que bajaría un 5% en la región en el 2017 para sumar cuatro años de caídas consecutivas. Pero se espera un mejor panorama el próximo año.
"La inversión debería ser mejor que en 2017 (...) la veo más cercana a que se estabilice en 2018. Creo que será más bien por ahí", dijo la jefa del organismo que depende de Naciones Unidas.
Bárcena destacó que sectores como las energías renovables pueden captar muchos capitales extranjeros en Brasil, Perú, Chile y México. Pero también la minería del litio podría avanzar en Bolivia o Argentina, junto con el turismo en Centroamérica o las manufacturas en las mayores economías de la región.
Falta sensación de Urgencia. Aunque enfatizó que América Latina ha logrado una madurez macroeconómica y una mejor resiliencia a las turbulencias externas, "no debe dormirse en los laureles".
"Ahora hay que preocuparse de la inversión. Tanto la política fiscal como la política monetaria deben generar mejores condiciones para incentivar la inversión", dijo Bárcena.
No obstante, reparó en que las inversiones no pueden focalizarse en la exportación de materias primas como tal, ya que se necesita con urgencia apuntar hacia un mayor valor agregado de sus productos.
"Hace falta un salto (...) A los gobiernos de la región les falta una sensación de urgencia en el sentido de que la tecnología es un tren que ya arrancó y esta región está muy atrasada en ese ámbito", recalcó.
"La región tiene que subirse a la revolución de los materiales, a la revolución de la nanotecnología, de la biotecnología y de la tecnología digital", agregó.