El presidente del Banco Central (BC) de Chile, Mario Marcel, afirmó que a pesar del bajo ritmo de crecimiento de los últimos cuatro años, los fundamentos macroeconómicos de la economía chilena se mantienen sólidos y ayudaron para que fuera la "menos afectada".
Santiago. El presidente del Banco Central (BC) de Chile, Mario Marcel, señaló que la nación, una de las mayores seis economías de América Latina, ha sido la "menos afectada" durante los últimos periodos de volatilidad económica internacional.
"A pesar del bajo ritmo de crecimiento de los últimos cuatro años, los fundamentos macroeconómicos de la economía chilena se mantienen sólidos", indicó Marcel en una exposición en la tercera conferencia anual de la agencia de calificación de riesgo financiero internacional Moody's, que se celebró en Santiago de Chile.
La autoridad chilena detalló que la reversión en flujos de capitales hacia economías emergentes fue especialmente fuerte en América Latina, donde las monedas locales se depreciaron contra el dólar, aumentaron los "spreads" (diferenciales), los precios accionarios cayeron y las tasas de largo plazo aumentaron.
Esta situación afectó a los mercados de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, las seis mayores economías de América Latina.
Sin embargo, para Marcel, a pesar del bajo ritmo de crecimiento de los últimos cuatro años en Chile, los fundamentos macroeconómicos de la economía chilena se mantienen sólidos y ayudaron para que fuera la "menos afectada" ante la volatilidad internacional en la región.
"La inflación (chilena) se ha mantenido bajo control, a pesar de las presiones derivadas de las amplias fluctuaciones del tipo de cambio desde 2014. Esto permitió que la política monetaria sostuviera una orientación acomodaticia", agregó.
Para Marcel, la positiva posición de la economía chilena no es fruto del azar, sino el producto de "un largo proceso de aprendizaje, de perfeccionamiento de políticas macroeconómicas, de construcción de instituciones y desarrollo de mercados claves".
"La experiencia de Chile en los últimos 30 años muestra que una economía pequeña y abierta puede aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados en los buenos momentos, y limitar el impacto de los malos en la medida que cuente con una política macroeconómica capaz de estabilizar la economía y reducir la incertidumbre de los agentes económicos", precisó.
El presidente del BC chileno puntualizó que la efectividad de la política macroeconómica no se define "en un pizarrón ni se dicta por decreto", sino que se construye en la práctica a través de los años, perfeccionando su instrumental y alimentando su credibilidad con una aplicación consistente a través del tiempo y profundizando sus bases institucionales y financieras.
"La solidez y resiliencia de un país frente a cambios en las condiciones externas no se mide por su grado de apertura, sino por la efectividad de su política macroeconómica", aseveró.
El BC informó este lunes que la actividad económica chilena creció 4,9% en junio respecto al mismo mes del año anterior.
Tras conocer los resultados, el ministro chileno de Economía, José Ramón Valente, recalcó que las finanzas del país crecen "prácticamente" cuatro veces más con respecto a 2017.
Valente recordó que el presidente de Chile, Sebatián Piñera, se fijó como meta que el Producto Interno Bruto (PIB) del país vuelva a crecer a un 4% anual.