El yuan al contado en China cayó a 6,44 unidades contra el dólar, su menor nivel desde agosto del 2011, después de que el banco central fijó su punto medio diario de referencia en 6,3306, por debajo de la depreciación del martes.
El yuan chino alcanzó este miércoles un mínimo en cuatro años, cayendo por segundo día consecutivo después que las autoridades lo devaluaron en una decisión que provocó el temor a una guerra global de divisas y acusaciones de que Pekín está dando una ventaja injusta a sus exportadores.
El yuan al contado en China cayó a 6,44 unidades contra el dólar, su menor nivel desde agosto del 2011, después de que el banco central fijó su punto medio diario de referencia en 6,3306, por debajo de la depreciación del martes.
El banco central, que describió la devaluación como una medida excepcional para que el yuan responda mejor a las fuerzas del mercado, trató de tranquilizar el miércoles a los mercados financieros al decir que no se está embarcando en una depreciación constante.
"Tomando en cuenta la situación económica nacional e internacional, en la actualidad no hay ninguna base para una tendencia de depreciación sostenida del yuan", dijo el Banco Popular de China en un comunicado.
Sin embargo, un operador senior de un banco europeo en Shanghái dijo que la devaluación inesperada había causado "cierto pánico" en los mercados.
"A pesar de que el banco central ofreció explicaciones de nuevo hoy, haciendo hincapié en que el yuan no exhibiría una depreciación sostenida, el mercado está muy nervioso", dijo.
El yuan ha perdido un 3,5% en China en los últimos dos días, y alrededor de un 4,8% en los mercados globales.
La devaluación del martes vino tras una serie de datos económicos débiles y generó sospechas de que China se está embarcando en un declive a más largo plazo del tipo de cambio. Esta fue la mayor caída del yuan en un día desde 1994.
Un yuan más barato puede ayudar a las exportaciones chinas, haciéndolas menos costosas en los mercados extranjeros. La semana pasada, datos mostraron una caída de un 8,3% de las exportaciones en julio, mientras que los precios al productor se encuentran en su cuarto año de deflación.
El Ministerio de Comercio de China reconoció el miércoles que la depreciación tendría un efecto estimulante sobre las exportaciones.
Datos publicados el miércoles más tarde subrayaron una expansión apagada en la segunda economía más grande del mundo.
El crecimiento de la producción fabril cedió a un 6% en julio respecto al mismo mes del año anterior, incumpliendo las previsiones del mercado, mientras la inversión en activos fijos y las ventas minoristas también fueron más débiles que lo esperado.
Datos del Ministerio de Finanzas mostraron un aumento en el gasto fiscal de un 24,1% en julio, lo que refleja los esfuerzos de Pekín por estimular la actividad económica.