China ha reconocido que la inflación excederá su meta anual de un 4% este año. Pero con la crisis de deuda desatada a Estados Unidos y Europa, el Banco del Pueblo de China mantendría sus tasas de interés sin variación.
Pekín. La inflación anual en China se aceleró más que lo previsto a un 6,5% en julio, lo que pone al banco central en aprietos mientras intenta controlar los precios sin lastrar a una economía que enfrenta amenazas crecientes desde el exterior.
La inesperada aceleración mantuvo a la inflación en su máximo nivel desde el 2008, cuando los precios globales del petróleo se dispararon hacia un máximo histórico.
Economistas consultados por Reuters habían previsto que la inflación retrocediera a un 6,3%, luego de la lectura en junio de un 6,4%.
China ha reconocido que la inflación excederá su meta anual de un 4% este año. Pero con la crisis de deuda desatada a Estados Unidos y Europa, el Banco del Pueblo de China mantendría sus tasas de interés sin variación.
"Esta es la clase de datos que habría llevado al banco central a elevar sus tasas de interés, pero dada la actual agitación en los mercados financieros, esperamos que lo aplacen", dijo Wei Yao, un economista de Societe Generale en Hong Kong.
Las bolsas en Asia se desplomaron el martes, siguiendo fuertes pérdidas en Wall Street, por el temor entre los inversores sobre el riesgo de otra recesión en Estados Unidos y frente al agravamiento de la crisis de deuda en Europa.
Algunos observadores del mercado habían previsto que un enfriamiento en los precios en China ofreciera un alivio ante el desplome global.
Más tarde en la jornada China divulgará cifras sobre ventas minoristas, producción industrial e inversión doméstica, que se espera muestren que la economía ha resistido bien incluso frente a los problemas en los mayores mercados a los que exporta, Estados Unidos y Europa.
Pero dada la alta inflación de China, la nación asiática podría no encontrarse en una posición para repetir su rol del 2008 de apoyo para la economía global.