"Frente a los nuevos desafíos y oportunidades comunes, los países en desarrollo deben considerar reajustar su modelo de crecimiento", dijo Zhang Yunling, director de la División de Academia de Estudios Internacionales de la CASS.
Beijing, Xinhua. China y América Latina deben cooperar en la transformación del modelo de desarrollo para lograr un crecimiento sostenible y un desarrollo inclusivo en el futuro, consideraron los expertos participantes en una conferencia celebrada este martes en Beijing.
La conferencia fue organizada por el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS, siglas en inglés) y el Banco de Desarrollo de América Latina.
"Frente a los nuevos desafíos y oportunidades comunes, los países en desarrollo deben considerar reajustar su modelo de crecimiento, pasando de un crecimiento exclusivo a uno inclusivo, para que el crecimiento económico del país pueda beneficiar a su pueblo", dijo Zhang Yunling, director de la División de Academia de Estudios Internacionales de la CASS.
El XII Plan Quinquenal de China (2011-2015) se centra en la reestructuración económica y la economía china está llevando a cabo este reajuste estructural, señaló Zhang.
Al igual que China, América Latina está pasando por un proceso de cambio, dijo Enrique Iglesias, secretario general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), agregando que la región está trabajando para lograr el crecimiento sostenible y eludir la trampa de los ingresos medios.
China es un gran motor de la economía mundial y ha ofrecido un gran ímpetu de crecimiento económico a América Latina en el marco de la crisis financiera global, admitió Iglesias.
Según los datos oficiales, el volumen del comercio entre China y América Latina se situó en US$260.000 millones en 2012, con un aumento anual de más del ocho por ciento. El país asiático se ha convertido en el segundo mayor socio comercial de América Latina.
Además de llevar a cabo reajustes macroeconómicos internos, América Latina debe aumentar las exportaciones de productos de mayor valor añadido a China y a otros países asiáticos, diversificando las inversiones de empresas latinoamericanas en China y atrayendo inversiones más amplias del país asiático, opinó el secretario general de la SEGIB.
Las dos partes también deben promover el conocimiento mutuo y los intercambios culturales, que son como la base del desarrollo político y comercial, añadió Iglesias.
Por su parte, Wu Baiyi, subdirector del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la CASS, subrayó la importancia del reequilibrio y la transformación de las relaciones económicas entre China y América Latina.
En los próximos cinco años, las importaciones de China llegarán a US$10 billones y su inversión en el exterior alcanzará los US$500.000 millones, dijo el presidente chino, Xi Jinping, durante la última edición del Foro de Boao para Asia, celebrada el mes pasado en la provincia meridional de Hainan.
La cooperación regional será la tendencia del desarrollo en el futuro, señaló Zhang, exhortando a China y América Latina a fomentar tanto la cooperación bilateral como la cooperación entre América Latina y todo el Este Asiático.